ballet

Las crónicas de Cora
Cora Ibáñez

¿Cómo estar en paz con una misma?

He llegado a un punto en la vida en el que la memoria se me escapa de vez en cuando y se instala en algún lugar remoto de mi historia.

El papel en blanco me devuelve la sensación vacía de querer llenar los momentos bailando junto al viejo reloj de la pared, por donde pasan las horas envueltas en papel de regalo. Ahora, las pompas de jabón en las que se convierten mis pensamientos, explotan de cuando en cuando a través del espejo y se van cosiendo a mi cabeza desplegando todo su potencial. La vida me va poniendo la satisfacción cara a cara y se doblega mi futuro en pos de las ilusiones tratadas con crema para las manos.

Nada será como antes. Empieza una etapa nueva en otra dimensión

Nada será como antes. Empieza una etapa nueva en otra dimensión. Con miedo, ignorancia, sueños y realidad cortante. Un camino en el que paseo sola y no me permito mirar atrás.

Corre por mi torrente sanguíneo la otra incertidumbre, esa que quiero dejar en la cuneta y que ya empiezo a olvidar. Es como estar en paz conmigo misma. Habiendo llegado después de tanto camino inerte y dándome igual las formas por las que arribé después de todo.

Al final, he vencido al vacío, he doblegado la sensación cobarde de no saber estar. Y anulo las formas negativas con las que jugaba para dar paso a ese nuevo recorrido que se pliega a mi piel y hace que vuelva a danzar con las zapatillas nuevas de ballet.

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