Historias de Plutón
José A. Secas
Nuestra relación está asentada en dos pilares básicos: la sinceridad y el respeto y de ningún modo me arriesgaría a alterar el estado de las cosas. Es necesario hablar y contarnos. Afortunadamente sabemos usar las palabras sin que suenen a dogma o verdad absoluta y transpiren amor y buenas intenciones, me voy a lanzar (como siempre) a la piscina del parloteo porque eso es lo que se espera de mí y en mi intención está dar todo lo que me pidan.
Mi deseo, mi aspiración es llegar a compartir mi vida contigo. Así de sincero, así de claro y así de fácil. Estás en mí y yo estoy aquí; metiéndome poco a poco en tu alma, en tu mente y en tu corazón y coexistiendo con tus circunstancias, tu pasado (y tu presente continuo), tus fantasmas y tus miedos. Aquí estoy: haciendo que mi amor te llegue, despeje tus dudas, te de ánimos y te haga feliz.
Tenemos recursos para hacernos feliz mutuamente si compartimos nuestro tiempo
La lectura para mi es muy fácil porque es exógena. Estoy viendo los toros desde la barrera y no puedo torear por ti. Te jaleo, opino con criterio sobre el toreo y el arte de Cúchares, me imagino tu faena… pero no me pongo delante, no me arrimo, no estoy en tu pellejo, no me arriesgo a ser corneado. A que puedas llegar a amarme. No creas que no paso miedo. Quizás más que tú. Soy como la madre o la esposa del torero de esta metáfora. Se me encoge el corazón viéndote en el ruedo y cierro los ojos o, directamente, no voy a la corrida. No me olvido de ti pero no quiero estar presente en esa lidia que afrontas muchas tardes y muchas noches…
Quizás -seguramente- las palabras que tan fácilmente digo y escribo tengan que anidar en tu alma dándole más tiempo. Es muy probable -casi seguro- que debamos hacer esfuerzos por ajustar el paso y que nos tengamos que adaptar más (si cabe) el uno al otro; pero de lo que estoy profundamente convencido es de que tenemos muchos boletos para que nos toque el premio gordo. Pienso que somos compatibles y complementarios, nos admiramos y deseamos aprender del otro. Creo que tenemos recursos para hacernos feliz mutuamente si compartimos nuestro tiempo y expresamos nuestro amor.
Estoy contigo para acompañarte y respaldarte, para darte ánimos, para consolarte cuando estés muy bajita y alentarte si flaquean tus fuerzas. Estoy decidido a ir de tu mano por ese camino; a tu ritmo. Quiero que sepas que no voy a soltarte y que me vas a tener junto a ti cuando me necesites -para verte fuerte- y cuando te sientas libre de seguir caminando (para hacernos mejores y más felices). Piensa en que va a merecer la pena y confía en tu instinto y en tu amor. No voy a defraudarte; te lo aseguro. Voy a hacerte tan feliz como te mereces. Eres mi amor. Te amo.