La Casa de las Veletas. Vicente Rodríguez Lázaro.

Minimalismos
Vicente Rodríguez Lázaro

La viajera entró en el Museo de Cáceres. Visitó las diferentes salas, desde la Prehistoria hasta la época romana. Salió al patio; pero ante sus ojos apareció algo desconocido en este tiempo: unos jardines árabes, con arrayanes y odaliscas danzando con la delicadeza propia de su oficio. Un hombre en el centro, sentado, con aspecto preocupado, mirando hacia el santuario de la Montaña con cara de crispación y de miedo camuflado.

Se acercó a él y le habló.

-¿Quién eres tú? ¿Un actor?
-No sé qué me dices. Soy el Caíd de esta fortaleza.
-¿El Caíd? Hace casi ocho siglos que no existe Caíd en esta ciudad.
-¿Los cristianos están a las puertas y me dices que no hay Caíd? ¿Estás loca?
-No, no estoy loca. Simplemente soy de un futuro lejano a ti. Y no quiero desvelarte el resultado de esta situación que deberás afrontar.

La visión desapareció, también el jardín del alcázar. La mujer conocía la historia, la reconquista de la ciudad, la muerte del aparecido, la desaparición de los musulmanes de Cáceres. Había tenido la oportunidad de conocer al perdedor de la batalla y… ciertamente le había parecido digno a pesar de la derrota posterior.

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