En esta investidura se ha cumplido el dicho de que a la tercera va la vencida. El socialista Pedro Sánchez Pérez-Castejón, de 47 años, ha sido investido Presidente del Gobierno por vez primera tras unas elecciones generales. Cabe recordar que en junio de 2018 lo hizo vía moción de censura, que fue la primera que prosperó en España, ahora también será el pionero en presidir un Gobierno de coalición en la actual democracia.
Para ello, cuenta con los apoyos de Unidas Podemos y ERC, de los que renegó en campaña de las elecciones del 10 de noviembre, porque según Sánchez, ninguno de estos partidos podía aportar estabilidad.
Pero tras los últimos comicios el PSOE empeoró sus resultados, pasó de 123 escaños a 120, al igual que la mayoría absoluta en el Senado. A las 48 horas, Pedro Sánchez anunció un preacuerdo por sorpresa junto con Pablo Iglesias, líder de Unidas Podemos un pla baraka que solía acompañar a Sánchez en sus apuestas arriesgadas le falló el 10N. El PSOE empeoró resultados (pasó de 123 a 120 escaños en el Congreso y perdió la mayoría absoluta en el Senado) y no mejoró sus opciones de formar Gobierno.
Menos de 48 horas después del 10N y para sorpresa de todos, Sánchez anunció un preacuerdo con el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, para conformar un Gobierno de coalición que, por cierto, fueron incapaces de formar después de las elecciones del 28 de abril.
Después el PSOE comenzó una larga negociación con ERC para garantizar su abstención en la investidura, imprescindible para que ésta prosperase. En este momento, Sánchez enterró su perfil beligerante contra el independentismo para adquirir un rol conciliador. De hecho, está prevista la creación de una mesa bilateral con el Govern para dar una solución al «conflicto político» catalán.
De esta manera, queda atrás la recuperación en el Código Penal la prohibición de convocar referendos ilegales. Por el contrario, el PSOE se ha comprometido con ERC a someter a una consulta a la ciudadanía de Cataluña las medidas que lleguen a acordarse en la citada mesa mesa de diálogo.
La convulsa carrera política de Pedro Sánchez
Los bandazos en sus planteamientos políticos han sido característicos al igual que ciertos bandazos han sido característicos en la carrera de Pedro Sánchez.
Cabe recordar que en el 2016 renunció a su escaño para no votar la investidura de Mariano Rajoy. Un hecho que con el tiempo jugó a su favor para recuperar la Secretaría General del partido, de la que fue expulsado por sus críticos en el Comité Federal el 1 de octubre de ese mismo año.
A partir de aquí, comenzó un periplo para conectar con las bases socialistas, que vieron en él al líder mejor capacitado para devolver al PSOE su esencia tras facilitar la investidura de Rajoy y evitar terceras elecciones.
Después tuvo que hacerse de nuevo un hueco en la política española estando fuera del Congreso. Pero de nuevo, Pedro Sánchez apostó fuerte con la sentencia de la trama ‘Gürtel’, que dio por hecho la existencia de una caja b en el Partido Popular desde al menos 1989. Así, el líder del PSOE presentó una moción de censura contra Rajoy para al menos ganar puntos como líder de la oposición.
La moción fue un éxito y Pedro Sánchez formó un gobierno en apenas unas horas, que fue muy bien acogido por la ciudadanía gracias a perfiles muy eficaces y solventes, destacando el fichaje de independientes como el astronauta de Pedro Duque.
Después las elecciones del 28 de abril, la única opción era la de gobernar con Unidas Podemos con el apoyo de ERC o Bildu y sacar adelante medidas progresistas. Nunca se llegó a abrir una negociación por la derecha con PP o Ciudadanos.
Pero Sánchez, confiado en que volverían a sacar buenos resultados o incluso aumentar la ventaja sobre los demás partidos (y teniendo en cuenta que la suma de PP, Ciudadanos y Vox no daría para gobernar), vio más conveniente repetir las elecciones y argumentó que un Ejecutivo así no podría durar.
Desde que ganó las primeras primarias que le hicieron secretario general del PSOE en 2014 frente a Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias, gracias al respaldo fundamental que le prestó la presidenta andaluza, Susana Díaz, Sánchez se ha presentado candidato a la presidencia del Gobierno en tres ocasiones, y sólo en esta última ocasión, la tercera, ha logrado superar un debate de investidura.
Doctor en Economía y Empresa, Pedro Sánchez habla inglés y francés, lo que le ha permitido ser el primer presidente del Gobierno desde el ingreso de España en la UE que podrá desenvolverse con sus colegas europeos sin intérpretes.
Ha sido diputado en dos etapas, en la segunda legislatura del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, cuando llegó en 2009 para cubrir una baja y se fue con la disolución en 2011, y volvió en enero de 2013 en sustitución de Cristina Narbona, hoy presidenta del PSOE y una de sus colaboradoras.