San Blas es un festejo que está directamente ligado con el sabio refranero popular. Y ya se sabe lo que dice el refranero: “Por San Blas la cigüeña verás, y si no la vieres, año de nieves”. Si hay un ave por la que se identifica a la región extremeña, esa es la cigüeña. Extremadura es en sí misma un nido de cigüeñas.
En la provincia de Cáceres, en particular el término de la capital cacereña, es donde existe mayor concentración de todo el país. Pero ya no tenemos que esperar a San Blas para volver a verlas, porque la Ciconia ciconia (nombre científico de este ave) anida en la ciudad durante todo el año.
La ciudad de Cáceres sigue siendo un paraíso para las cigüeñas blancas, aunque el censo haya caído en los últimos años, la tendencia es que la población se estabilice. Sea como fuere, estas aves ya hace mucho que no emigran y se pueden divisar todo el año en el entorno de la cacereña plaza de Santiago o del complejo San Francisco. Una especie, la cigüeña blanca, que no rehúye la especie humana como sí lo hace la cigüeña negra, acostumbrada a habitar en montañas.
Hace medio siglo, la cigüeña criaba en España y después migraba hacia zonas al sur del Sáhara, donde se alimentaba durante el período más hostil, para regresar por San Blas. Pero esta especie hace años que ya no emigra. La razón es que España dispone de abundante comida en los basureros y agua en los regadíos, también durante el período invernal. Así pues, buena parte de ellas no emigran porque encuentran aquí comida y evitan un viaje que entraña peligros y que es muy costoso físicamente para esta especie.
En el caso de Cáceres ciudad, el cambio más grave se produjo en 2009 con la eliminación del vertedero. Fue en el verano de ese año cuando el vertedero se sustituyó por el Ecoparque, que tiene una ubicación diferente y gestiona los residuos de forma distinta.
Ahora, las cigüeñas ‘cacereñas’ tienen que buscarse la vida de otra forma. Para conocer el verdadero impacto que ha tenido este hecho en la población reproductora “habrá que esperar al censo desglosado que realiza SEO/Birdlife. La organización ornitológica calcula que en España podría haber unas 15.000 parejas de cigüeña blanca.
La población de cigüeñas blancas en Malpartida de Cáceres, el único municipio español que ostenta el título de Pueblo Europeo de las Cigüeñas, descendió “levemente” en 2014 hasta las 186 parejas.
El Alcalde, Alfredo Aguilera, explica que el censo de cigüeñas “ha descendido desde que se produjo el cierre del basurero de Cáceres en 2009 y la apertura del nuevo ecoparque en un área cercana al municipio”. Así, sus comportamientos alimenticios y rutas migratorias han sufrido «modificaciones».
En 2009 fue cuando más parejas se contabilizaron en Malpartida, con un total de 215; ya en 2012 se contabilizaron 211 parejas, hasta llegar a las 186 del pasado año.
“Estamos inmersos en proyectos de conservación de las cigüeñas, porque a nivel turístico es el recurso que más ha crecido”; sobre todo turistas del País Vasco, Cataluña y Madrid, asevera el alcalde. “Somos el centro neurálgico del proyecto más ambicioso de aves que hay ahora mismo en Europa”, un proyecto científico internacional sobre cigüeñas promovido por la Asociación Storch Schweiz.
Según Aguilera, el proyecto monitoriza a cigüeñas “para estudiar sus movimientos migratorios y sus hábitos, con el objetivo de mantener su hábitat en Centroeuropa, que es donde se producen más problemas de extinción de las cigüeñas blancas”.
Se han monitorizado ocho cigüeñas que realizan toda la transición entre Suiza y los Pirineos; en España se distribuye entre Madrid y Extremadura y luego descienden a Andalucía y algunas llegan hasta África”.
Aguilera recuerda que el título de Pueblo Europeo de las Cigüeñas “lo ostentamos porque aquí existen tres tipos de colonias. Mientras que en España hay solo colonias urbanas, aquí tenemos tres tipos de colonias: urbana, artificial y la más peculiar que es la salvaje o natural en los Barruecos, en Las Peñas del Tesoro, que alberga 30 nidos y son únicas”.
Así, el alcalde malpartideño subraya que “gracias a este título nos beneficiamos de inversiones”, y pone como ejemplo el humedal artificial “que hemos creado en el entorno de Los Barruecos, como ecosistema beneficioso para las cigüeñas, en materia de nidificación, alimentos, etc”.
Eduardo Villanueva /