Improvisaciones. Salvador Estevez. Cora Ibáñez

Las crónicas de Cora
Cora Ibáñez

Salvador Estévez Romero

La fuerza interna y una explosión de color son las bases primeras de la unión de mezclas fantásticas que hoy nos presenta, en Las paredes del Gran Café, Salvador Estévez Romero.

La fluidez de su pincelada, a modo de abrazo, nos envuelve con la calidez de los tonos ocres y románticos dorados combinando tintura, a la par que nos adentran en un mundo cromático de pigmentos y dimensiones.

Todo parece surgir de la imaginación de este artista que busca incansablemente sus expresiones plásticas entre los trazos largos y las veladuras del otoño.

Se sorprenden los rasgos espontáneos de su inmenso mundo interior, haciéndonos ver, entre el humo inquieto de esa intención interna, tímida a veces, que encuentra primigenias ideas buscando sueños.

Se sorprenden los rasgos espontáneos de su inmenso mundo interior

Los mágicos azules en danza continua con sus tonos más cálidos, pasa a la frescura de aquellos verdes con olor a mar; o el rojo intenso de absoluta pasión nos espera en esos prismas que nos hablan en susurros de luz y que llevan entre sus voces, la alegoría de los descansos en blanco, sacando mil formas de entre sus pinceles para besar la soltura de sus empastes a modo de puzle infinito.

Las improvisaciones de estas obras maravillosas nos adentran en la fugaz imagen de una caricia, que une y se aleja y dilata el pensamiento mientras nos mece, a veces, en color pastel.

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