El último libro leído. Voces de Chernóbil, Alonso Torres.

Reflexiones de un tenor
Alonso Torres

Algunas veces me lo comenta mi madre, hoy, sin ir más lejos, “Alonso, escuchas una música máaaaasssss, ¡ay!, ¿triste?”, hoy ha sido triste, otras veces es coñazo. En esta ocasión he estado buscando sonidos estúpido. relajantes en youtube para “compartirlos” con alguien (yo no me relajo, je, je, yo estoy alerta) y al final he dejado sonar en el ordenador, “Duduk Meditation Memories of Caucasus Armenian Flute”; a mí no me parece triste la cosa (además en este “tema” no se insertan soniditos programados ni bases de música electrónica que tanto gustan a los de la new.age.de.mierda), pero a mi madre, esta música, precisamente esta que estamos escuchando, le parece eso, triste (mejor triste que coñazo, ¿no?); ella es más de Brahms, y su Requiem la vuelve del revés.

Y he empezado con la música que no comparto con mi madre porque sí que compartimos, ella y yo, lecturas (gracias por Soumerset Mougham, Vicki Baum y aquel “Crimen y castigo” de la editorial Plaza & Janés en su colección “Reno” –que me leí en el 7bis de la calle Rubens de Barcelona, gracias), y nos acabamos de terminar, casi “al alimón”, de Svetlana Alexiévich (premio Nobel de Literatura 2015), “Voces de Chernóbil. Crónica del futuro”. ¡¡¡Buà!!!, y me quedo corto, mú corto.

“Voces de Chernóbil. Crónica del futuro”. ¡¡¡Buà!!!, y me quedo corto, mú corto

<<…Un suicidio colectivo, trabajaban sin protección alguna allí donde los robots “morían”… he viajado allí y no comprendo, hasta el mal es distinto… allí se unía el fin del mundo y la Edad de Piedra… para nosotros la victoria no es un acontecimiento, es un proceso, y allí perdió la Humanidad… Chernóbil hizo volar por los aires el Imperio soviético… era pretender meter en una probeta la llama cósmica… la URSS era una mezcla de jardín de infancia y prisión… el hombre es un enemigo de la naturaleza… la tierra es una materia tan misteriosa como la sangre… si la fe en la razón abandona al hombre, en su alma se instala el miedo, y este trae consigo a los monstruos… Chernóbil fue un problema de autoconocimiento… siempre hemos vivido en el terror, para esto el pueblo ruso no tiene igual… nos hemos convertido en “hombres-cajas-negras”, guardamos información científica para el futuro… no sabíamos que la muerte pudiera ser tan bella; la luz que irradió la central al principio fue un fulgor de color frambuesa brillante… cuando pierdes la fe ya no eres un participante, eres un cómplice… cuando quieres encontrar un sentido a algo te vuelves religioso… pasamos del átomo a la pala… Chernóbil no lo hemos comprendido, ¿qué entendían los primitivos de los relámpagos?… una botella de vodka es una borrachera, media botella, un tratamiento contra la radiación… Chernóbil, 350 bombas como las de Hiroshima… Chernóbil es una versión del Juicio Final… moriremos y nos convertiremos en ciencia… Chernóbil es una puerta abierta al infinito…>>. He cambiado de música, ahora escuchamos, contentos y silbando, a Ennio Morricone.

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