La Bruja Circe
Me recuerda esta situación de informaciones parciales, fragmentarias, sacadas de contexto, a lo que contaba mi padre cuando, siendo el un adolescente, comenzó la guerra, cuando un partido vocinglea contra otro, sin mas motivo que soliviantar a sus seguidores y demonizar a la oposición y lo malo es que siendo esto casi siempre cuestión de fe, en un criterio, una conducta o partido es muy difícil rebatir. ¿Es esa la enseñanza que estamos sacando de esta crisis global a la que se enfrenta el mundo?, pues si es eso que sepáis que terminaremos como los dinosaurios, en museos.
Este revuelo en el que cada cual arrima el ascua a su sardina, me recuerda los días de mi infancia cuando con la curiosidad de los niños echaba agua e un agujero y miraba como salían despavoridas las hormigas con sus ninfas, si comprender que justo al lado había otro hormiguero de enemigas.
Nuestros políticos como una matrimonio mal avenido han de ir a terapia
Así nos veo ahora despavoridos por salvar lo nuestro, arremetiendo unos contra otros, que si el presidente les ha quitado los recursos, las mascarillas o lo que sea. Hay una disposición dentro del actual estado de excepción que garantiza que se centralizarán el uso, la distribución y la posesión de los recursos sanitarios y es igual para todos. Mantengamos un poco de equilibrio y vamos a encontrar la manera de filtrar con criterio propio lo que se esta diciendo, nos ira muy mal.
Si nos saltamos a la torera el respeto por los demás lo que estamos haciendo es romper nuestro entramado oscila y la estructura, que nos mantiene estable, es como un juego de apilar, una pieza mal movida, puede dar al traste con toda la pila.
Somos un país pequeño y a nadie le importamos demasiado un peón a sacrificar, solo nosotros mismos, nuestro equilibrio, nuestra solidaridad, nuestra educación, puede ayudarnos. Nuestros políticos como una matrimonio mal avenido han de ir a terapia y aprender a ser mucho mas corteses en uno con el otro que si fuesen de la mano. Si quieren salvar, a los ciudadanos. Al pueblo que representan. O como niños de familias desestructuradas nos haremos, maleducados, perezosos, chantajistas, intolerantes. Cuidado señores, mucho cuidado.