La bruja Circe

Hablamos siempre del Carnaval por su alegría, su brillo su color.

A veces hasta recordamos que era una fiesta de transgresión o su trayectorias en formas y culturas desde el espectacular de Venecia o Rio, dos extremos hasta el íntimo y simpático de pueblecitos pequeños de 200 habitantes.

Pero yo quiero mirar el que me es más próximo en esta pequeña ciudad de provincias.

Aún alejado de los grandes carnavales, los grupos que animan el Carnaval desde los infantiles hasta los de los mayores hace una magnífica labor, animando y haciendo crecer la afición aunque también dando pie a que los políticos se luzcan con el esfuerzo de otros, eso siempre pasa.

Los que más me llaman la atención son los grupos de Ampas y asociaciones, que van  brillando y danzando durante dos horas por la ciudad haciéndola brillar, desde bebés en sus carritos, hasta los mayores llevando la pieza donde va el nombre y se guarda el agua.

Esos grupos están enseñando a sus niños a participar, están creando entre ellos una red de ayuda, están fomentando la cooperación y la creatividad en los pequeños e incluso el  sentido del compromiso y la amistad. Crean también escuela para el futuro.

Esas enseñanzas irán más allá del carnaval, se concretarán en la vida diaria, darán a esos menores la capacidad de socializar y cooperar. Felicidades a ellos.

Y a los mayores, que pese a lo que duelan los huesos, participan con bailes o rosquillas y sobre todo con su presencia.

Os despedimos hasta el próximo año y que lo veamos con salud.

Enhorabuena Carnavaleros.

 

Artículo anteriorExtremadura New Energies pide el pase a concesión directa de su proyecto de extracción
Artículo siguienteAna Mena elige a Cáceres para dar su único concierto en Extremadura

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí