Foto: Pepephoto Experiences

¿Cómo comenzaron Los Niños de los Ojos Rojos?

Todo comenzó por el año 2000 en un ambiente festivo en la parte antigua de Cáceres.

El grupo se fue inspirando gracias a la cultura que tuvo esta ciudad, donde en cualquier rincón había música y arte.

¿Qué es eso del hard folk?

Hard folk nace de la unión de varios estilos pero con una raíz siempre presente en cada vivencia o actuación. Podemos denominarlo nuestro estilo de vida.

Para vosotros es muy importante la libertad ¿Cómo es eso de ser músicos que se autogestionan?

Verdaderamente difícil, hemos tenido que sacrificar muchas cosas por estar donde estamos. Desde aquí, damos las gracias a todos los que nos apoyan.

Vivir de la cultura no es fácil… ¿Cómo veis la situación en Extremadura?

Se siguen dando ayudas para todo tipo de eventos que no son culturales, y sin embargo, se está dando la espalda a muchos artistas que ponen el pedestal bien alto… los que ponen nuestra tierra en todas partes del mundo.

Estáis comprometidos con la realidad social ¿cómo trabajáis por un mundo más justo desde la música?

Lanzando un mensaje mediante nuestro cañón musical, tratando los temas con respeto y mirando mucho por un futuro próximo, la vida que nos han impuesto no es nada fácil y hay que contarlo

En el plano musical, estáis inmersos en la gira ‘Regreso a la comarca’. Habladme un poco de este trabajo y de cómo son los directos.

Ha sido toda una aventura, cada vez cuesta más.

Hemos ido forjando un sonido novedoso que no deja estar quieto, creado para todas las edades, seguimos prendiendo el fuego celta, mucho humor y muchas risas.

¿Qué va a tener de especial el concierto del sábado en el Gran Teatro?

Teníamos pendiente un show en Cáceres, hace unos meses suspendimos y sentíamos que había que hacerlo. Ahora toca pasarlo bien y disfrutar en nuestra casa.

Una banda mítica
Se trata de una de las bandas más míticas de Cáceres de los últimos años gracias a una su música original, independiente y vanguardista que bebe del folk europeo de origen tradicional irlandés, extremeño, griego o balcánico y que fusionan a la perfección con otros ritmos contemporáneos como son hip hop, disco, reggae, beat box, ska o funk.
Tras varias giras que les han llevado a países como México, Portugal, Croacia, Bosnia y Serbia, este 5 de octubre vuelven a casa para ofrecer en el Gran Teatro un concierto más intimista en un show en el que no faltarán sorpresas… entre ellas la presentación de la qué será su nueva formación
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