Alrededor de 30 familias extremeñas con hijos de altas capacidades han fundado la asociación Laertes para prestar una ayuda «mÔs efectiva» a estos menores.
Los expertos calculan que entre el 3 y el 5% de la población podrĆa tener altas capacidades, pero el informe Marland afirma que se tratarĆa mĆ”s bien del 10% y el Renzulli habla incluso del 20%.
En Extremadura se habla de alta capacidad cuando se llega a un Coeficiente Intelectual (CI) igual o superior a 130 y supondrĆa el 2,28% de la población. A pesar de esto, segĆŗn Laertes, en la región se estĆ” Ā«muy lejosĀ» de alcanzar ese porcentaje mĆnimo en la identificación de este alumnado.
Por todo esto, la asociación tratarĆ” de sensibilizar a la población asĆ como apostar por la formación para poder detectar a los estudiantes de altas capacidades en los colegios. āTan importante es lo anterior como tambiĆ©n ofrecer ayuda a los centros educativo sobre las medidas a tomar con ellosĀ».
El fracaso escolar en personas con altas capacidades es del 40%
AsĆ, es cierto que el alumnado estĆ” detectado pero requieren Necesidades EspecĆficas de Apoyo Educativo, segĆŗn detallan las leyes educativas desde la Convención sobre los derechos del niƱo, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989. Ā«Si hablamos de bajo rendimiento de este colectivo, hablamos de un porcentaje aproximado del 70% y si el dato se refiere a fracaso escolar serĆa del 40%.
Al hilo de estos problemas, la asociación plantearÔ actividades no solamente destinada a ampliar conocimientos, sino que incluirÔn el ocio como actividad inclusiva para todos los jóvenes, tengan o no altas capacidades. También se quieren crear fotos de familias para compartir experiencias.
Laertes también trabajarÔ el Ômbito universitario, incluso el laboral, ya que ser una persona con altas capacidades es una condición que acompaña durante todas las etapas de la vida. Por todo esto, Laertes se presenta en un contexto post-electoral tanto para hablar de las leyes educativas, de la fuga de cerebros asà como de «otro tipo de fuga, el exilio interior de los que aprenden a no destacar por miedo a ser señalados».
Por último, la asociación Laertes ha ofrecido la mano tendida al futuro consejero o consejera de Educación para profundizar en cuanto puedan ayudar.