Carmen Trenado La MAE es un gran escaparate para conocer las propuestas más interesantes de las artes escénicas

Ha sido un año duro pero la MAE sigue adelante, ¿cómo habéis trabajado de cara a la VI edición?

Afrontamos esta sexta edición con más ganas que nunca, con una cierta perspectiva de tranquilidad, de que la Muestra podrá desarrollarse sin sobresaltos COVID de última hora. No se baraja otro escenario que el presencial y parece ser que las cifras sanitarias, de momento, no lo van a impedir.

Con todo esto, ¿qué tiene de especial esta nueva edición de la MAE?

Hay una alegría especial en el ambiente. Hay ganas de verse, de retomar la actividad, como lo demuestran las cifras de participación que doblan las del 2020 (se han inscrito más de 400 profesionales). La MAE será asimismo el lugar donde se concederán los premios que COFAE (Coordinadora Estatal de Ferias de Artes Escénicas) entrega cada año, ya que formamos parte de esta desde el año pasado.

En ediciones anteriores, además de la parte creativa, se apostó por la parte más comercial, ¿este año cuál es la prioridad?

La finalidad de una feria es siempre comercializar, mostrar y vender, como en cualquier otro sector. La MAE es un gran escaparate donde poder visibilizar las propuestas más interesantes de las artes escénicas, tanto del panorama regional como del ámbito nacional e internacional. Los programadores pueden adquirir referencias, contactos y presupuestos para ir conformando con todo ello sus respectivas programaciones.

Lo anterior es clave para llenar las salas, ¿os sentís respaldados por el público?

La MAE es un acontecimiento para la ciudad de Cáceres. Los espectáculos están abiertos a la asistencia de público en general mientras quede aforo, una vez que los programadores estén acomodados. Hay que decir que el público responde muy bien y llena todos los espacios escénicos previstos.

Me gustaría saber si la mujer va ocupando su lugar en el ámbito teatral, pues es cierto que cada vez tenemos más dramaturgas, directoras, productoras… y no solamente actrices.

Vengo diciendo en algunos foros recientes, que hay que feminizar la cultura. No se trata solamente de que haya mujeres trabajando en la cultura, que realmente las hay, aunque la mayoría de las veces en puestos de baja o media responsabilidad.

Se trata de “ponernos las gafas violeta” en todas nuestras acciones para tener siempre presente la perspectiva de género y la igualdad, también en las artes escénicas. Nuestras niñas necesitan referentes de mujeres poderosas para que crean que pueden llegar a ser lo que su talento les permita sin más cortapisas.

FuenteAvuelapluma
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