La situación que ha provocado la pandemia del coronavirus ha cambiado nuestra forma de ser y de vivir. Actualmente cuidamos más que nunca la higiene de manos y la mascarilla se ha convertido en un complemento indispensable a la hora de salir de casa. No obstante, esta llamada ‘nueva normalidad’ no es fácil y como siempre, muchos colectivos han visto mermados o amenzados sus derechos, como es el caso de la infancia. Numerosas familias se encuentran en riesgo de exclusión, con dificultad para adquirir alimentos y la llamada brecha digital se ha acrecentado, y por tanto, la imposibilidad de seguir las clases y estudiar al ritmo de sus compañeros. 

Extremadura cuenta con 6 localidades pertenecientes a la red ‘Ciudades Amigas de la Infancia‘ de UNICEF, que junto a la colaboración de la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales expresan en vídeo sus inquietudes y propuestas para mejorar la vida cotidiana en sus municipios.

La importancia de una alimentación saludable

Parece mentira pero hace ya un años que tuvimos que encerrarnos en casa para evitar la propagación del coronavirus. El país se paralizó y todo cerró, un hecho que provocó que muchas familias atravesaran momentos muy complicados en el plano económico, que afectó directamente en una buena alimentación y en la educación de la infancia.

En concreto, en Llerena (Badajoz) el Ayuntamiento puso en marcha un proyecto de comedores comedores sociales para ayudar a las familias, para paliar el cierre de los comedores escolares. Para ello, se pusieron en contacto por vía telefónica con todas las familias en riesgo de exclusión y, a través de Cruz Roja se les proporcionó una alimentación diaria. Por su parte, los trabajadores municipales se ocuparon del reparto por las casas. 

Igualdad en la educación

En pleno siglo XXI se da por hecho que todo el mundo cuenta con dispositivos móviles, ordenadores y conexión a internet en sus casas, pero por desgracia, no siempre es así.

Con la suspensión de las clases la denominada brecha digital se hizo notar más que nunca. Por tanto, la Concejalía de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Llerena y en colaboración con las direcciones de los centros educativos, se repartieron tarjetas SIM así como materiales a la infancia para garantizar la igualdad de oportunidades en la educación.

Así lo cuenta Nuria, una niña que nunca ha tenido internet ni ordenador en casa y que gracias a esta iniciativa pudo seguir las clases con normalidad. Por tanto, en este municipio pacense, la igualdad de oportunidades ha sido un hecho.

La infancia de Llerena ha aplaudido estas iniciativas porque entienden que la solidaridad es uno de los pilares de la sociedad. Tal y como muestran los vídeos, los chicos y chicas consideran justo que hay que ayudar al que más dificultades tiene, en este caso con respecto a la alimentación saludable y la educación. 

De nuevo, la infancia resulta un ejemplo a seguir en tiempos tan convulsos y complicados como los que está atravesando el mundo. 

 

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