Ahora que hablan de turismo interior os cuento que hay tantas fiesta como pueblos en agosto y los primeros en ponerlas de moda fueron antiguos pueblos europeos anteriores a Roma. Se tata de la fiesta de la cosecha las denominaba Lammas
Aquí tras el esplendor de la primavera, la naturaleza ha cuajado los frutos y es tiempo de cosecha. Los pastos comienzan a marchitarse pero dejan tras de sí las semillas de un nuevo principio.
En mi hay una nostalgia de las antiguas migraciones de animales, de tomar las moras desde las zarzas y las frutas desde los árboles, nostalgia de la naturaleza y el tiempo de la inocencia.
🔮 “Y es que los humanos disfrutan paseando imágenes, vistiéndolas y rodeándolas de oro y flores y digo yo, que es cosa inevitable y se ha hecho en las distintas religiones en todos los tiempos.”
@atalayadecirce #felizlunes #SemanaSantahttps://t.co/AxH5qe7X3u
— Avuelapluma (@avpluma) April 5, 2021
Pero tomando conciencia del momento, más allá de lo festivo, en plena celebración de la vida, la abundancia y la prosperidad, se avecina ya el fin del verano sobre el horizonte. Esto nos recuerda que la naturaleza es un ciclo y que todo lo que nace y crece debe perecer llegado su momento la vida es cíclica.
Es por eso que hemos de celebrar cada día de la vida .
A nivel regional esta antigua fiesta de la cosecha hoy se ha convertido el una festividad dedicada y compartida con nuestros emigrantes.
Celebrando reencontrase con la familia, las tradiciones, los paisajes y los amigos . Es tiempo de reflexionar sobre el valor de los amigos y familiares que nos muestran su apoyo, celebrar todas las situaciones buenas que hemos vivido en los últimos meses y sobre todo aquello que sembramos y que finalmente hemos cosechado, en estudios, relaciones o amores.
Ahora es momento de recuperar las raíces, visitar nuestra tierra y honrarla.
Que lo paséis muy bien en las múltiples fiestas de agosto