Abrazos y flores en San Blas con ‘Murales con Objetivos’

Dice el refrán que las Candelas y San Blas echen el invierno fuera y, efectivamente, una primavera ha llegado a uno de los barrios con más solera de Cáceres, gracias a ‘Murales con Objetivos’.

Se trata de un proyecto de la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional al Desarrollo (AEXCID), ejecutado por la Asociación de Gestoras y Gestores Culturales de Extremadura (AGCEX) y con la colaboración del Ayuntamiento de Cáceres, que tiene como finalidad sensibilizar sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) a través de la Cultura.

En concreto, San Blas ha resignificado algunos de sus espacios para promover el ODS 11: lograr que las ciudades sean más inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles.

De esta manera, la ciudadanía podrá disfrutar de una calidad de vida digna basada en la prosperidad, estabilidad social y respeto por el medio ambiente.

Para ello, la vecindad ha participado en diversas actividades en las que han manifestado las necesidades del barrio, avanzando en materia de inclusión y sostenibilidad y concluyendo que cuanto más óptimas sean las condiciones de la comunidad, mejor será la calidad de vida de todos y todas.

San Blas participa

En palabras de Alba Serrano, dinamizadora de Murales con Objetivos, el proyecto en San Blas ha destacado por la gran acogida por parte de los vecinos y vecinas y su gran implicación en el mismo.  Cabe destacar el fuerte tejido asociativo del barrio con el que se trabajó, además de en el mural colectivo, en diversas actividades como talleres en la huerta Carvajal, rutas con la Plataforma Salvemos La Montaña, un taller con bicicletas en colaboración con Webike… en las que se involucró todo el vecindario.

También, “organizamos actividades en  grupos para conocer las preocupaciones de la ciudadanía, por ejemplo con respecto al estado del Parque Valhondo, de tal manera que comenzamos una campaña de sensibilización que sentó precedentes para el resto de acciones en los demás barrios”.

Además, para entrar en materia artística “realizamos entrevistas virtuales para coger referencias antes de ponernos manos a la obra con el mural”. De ahí salió el concepto de “plantar en las paredes la flor de ajo, que crece de forma silvestre en el barrio, en el Parque Valhondo y en la Montaña de Cáceres, muy cerca de la zona.

Por su parte, Elena Rumbo, vocal de la Asociación Vecinal de San Blas, comenta que “gracias a Murales con Objetivos se ha revitalizado el barrio.” Así, destaca “el taller de croché con plástico, una forma de recuperar un oficio tradicional además de dar un segundo uso a los materiales”.

La vocal subraya también que con todas estas actividades detectaron los problemas del barrio, sobre “todo los relacionados con el parque Valhondo, pulmón de la parte antigua y que tenemos que cuidar más”.

Reforestando el barrio con flores de ajo

Con respecto a la parte artística siempre se trabaja con “paridad de género y geográfica”, cuenta Julio Vázquez, comisario de Murales con Objetivos.

 
 
 
 
 
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Por un lado, en el mural realizado en la fachada de la Asociación Vecinal busca reforestar las paredes, fusionando la tradición y la modernidad. Su autora Doa Oa retrata la vegetación autóctona, muy conocida y utilizada por los y las mayores para dar valor tanto a su belleza como a su uso.

 
 
 
 
 
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El abrazo de San Blas

Con respecto al mural colectivo, la artista Ironeva representa, quizás, uno de los gestos más simbólicos y que más se echan de menos en el 2020: el abrazo.

 
 
 
 
 
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Los vecinos y las vecinas de San Blas y el alumnado de Bachillerato Artístico del IES ALQAZERES participaron de forma colectiva con la artista para abrazar, literalmente, el barrio y cuidarlo de forma sostenible y en comunidad, tal y como versa el ODS11.

El resultado es que, este abrazo cargado de fuerza es un gesto simbólico que recorre todo el barrio. «Tras trabajar con la comunidad a través de cuestionarios, me llamó la atención el tono con el que hablaban de su barrio, con mucha ternura, con mucho mimo y sabiendo muy bien la importancia de los cuidados», explica Ironeva. Por eso, «decidimos incluir el refugio, los huertos, la ermita en la parte gráfica». 

Por último, A la hora de la realización, la artista se mostró muy contenta com la implicación «de padres, peques, la gente que trabajaba en el albergue… fue muy enriquecedor participar en toda esa convivencia». Un abrazo que, sin duda, encarna a al perfección el espíritu del barrio de San Blas. 

 

 

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