30 años de derechos del niño. UNICEF

Muchos de los niños y niñas más pobres todavía no han notado los efectos de la Convención sobre los Derechos del Niño. Por esta razón, es necesario adoptar medidas urgentes y renovar el compromiso con los derechos de la infancia.

Es cierto que en estos 30 años de derechos del niño se ha reducido la mortalidad de menores de cinco años en un 60%. Además, Ha disminuido la proporción de niños en edad escolar primaria que no asiste a la escuela del 18% al 8%.

Igualmente, la no discriminación; el interés superior del niño; el derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo; y el derecho a la protección– han influido en numerosas constituciones, leyes, políticas y prácticas en todo el mundo. 

Nuevos retos

Sin embargo, el progreso no ha sido uniforme. En los países de bajos y medianos ingresos, los niños de los hogares más pobres tienen el doble de probabilidades de morir por causas prevenibles antes de cumplir cinco años que los niños de los hogares más ricos.

Con respecto al matrimonio infantil, las niñas más pobres de algunos países se encuentran hoy en día en una situación de mayor riesgo que en 1989. 

Por tanto, a pesar de los avances producidos en estos 30 años de derechos del niño, la pobreza, la discriminación y la marginación siguen dejando en situación de riesgo a millones de niños desfavorecidos, debido sobre todo a los conflictos armados, la creciente xenofobia y la crisis mundial de la migración y las personas refugiadas.

Los niños son los que más riesgo corren de sufrir los efectos de la crisis climática desde el punto de vista físico, fisiológico y epidemiológico: los rápidos cambios en el clima están propagando enfermedades, agravando la intensidad y frecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos y aumentando la inseguridad en los alimentos y el agua. A menos que se tomen medidas urgentes, lo peor para muchos niños está por venir. 

Por último, se inmuniza a más niños que nunca, la desaceleración de las tasas de cobertura de la vacunación en la última década amenaza con revertir los logros en la salud infantil que tanto ha costado conseguir.

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