Testamento solidario de UNICEF
© UNICEF/UN042749/Khuzaie

Una de las mejores maneras de contribuir para un mundo mejor a favor de los derechos de la infancia es hacerlo a través del Testamento Solidario de UNICEF. Así, cuando una persona ya no esté podrá seguir dando vida a niñas y niños que necesitan una buena alimentación, una educación y protección.

Bien es sabido que a lo largo de la historia, grandes mujeres y hombres han dejado en herencia un mundo mejor. Científicas, inventores, médicos o humanistas, entre otros muchos, han dejado a las generaciones futuras legados tan importantes como la imprenta, la penicilina o la defensa de los derechos humanos.

Pero también es cierto que hay muchas personas anónimas, ciudadanos de a pie, que han dejado un legado muy importante de una forma menos conocida: haciendo un Testamento Solidario.

¿Cómo se hace un Testamento Solidario?

Hacer testamento es un proceso más sencillo y económico de lo que parece. No solo facilita las gestiones y ahorra gastos futuros a nuestros herederos, sino que además permite que nuestra voluntad se cumpla. Hay que tener en cuenta que, si una persona no tiene herederos y fallece sin hacer testamento, la ley designa como heredero al Estado.

Testamento solidario de UNICEF
© UNICEF/UN041140/Vittozzi

Pero, además, todos podemos convertir nuestro testamento en un Testamento Solidario si incluimos en él a una organización como UNICEF. Podemos dejarle una parte de nuestra herencia o un bien concreto (legado), sin perjudicar en ningún caso los derechos de nuestros herederos legítimos. Así, nuestros valores y solidaridad pervivirán en el tiempo.

Hacer un testamento solidario a favor de UNICEF es una manera sencilla de asegurar que, en el futuro, nuestra ayuda llegará a los niños que más lo necesiten en cada momento. Permitirá, por ejemplo, contar con los recursos económicos para que UNICEF pueda reaccionar en las primeras horas de una emergencia y salvar muchas vidas.

Tus ahorros se transformarán en vacunas para la polio o tratamiento para la desnutrición

Gracias, entre otras, a las aportaciones de quienes ya incluyeron a UNICEF en su testamento, se han conseguido grandes avances. Así, solo en 2018, UNICEF trató a 4,1 millones de niños contra la desnutrición aguda grave, proporcionó las principales vacunas a 1 de cada 2 niños en el mundo y distribuyó agua potable a 62 millones de niños y sus familias.

Cualquier aportación, por pequeña que sea, marcará la diferencia en las vidas de muchos niños. Por ejemplo, unos ahorros pueden convertirse en miles de vacunas contra la polio y el sarampión. Unas joyas, en tratamiento contra la desnutrición aguda. O una casa, en una escuela. En definitiva, nuestros bienes se podrán convertir en un futuro mejor para los niños de mañana.

Conviene aclarar que en el caso de bienes inmuebles legados, serán tasados por una entidad oficial marcará la cantidad de su venta. Los gastos correrán a cargo de UNICEF. Asimismo, los fondos de inversión o acciones se pondrán a la venta en el momento de mayor rentabilidad. Las joyas o las obras de arte se tasarán por entidades oficiales y el dinero se ingresa directamente en la en la tesorería de UNICEF.

Quizás nuestro nombre no aparecerá en los libros de historia, pero nuestra aportación será vital para la supervivencia y protección de miles de niños y niñas. Todos podemos conseguir que puedan tener una vida saludable, educación, nutrición y protección contra todo tipo de abuso y violencia. Más información en: 900 907 500 y testamentounicef.es.

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