Piscinas naturales en Extremadura

Siendo la región con más kilómetros de costa de agua dulce de la Península Ibérica era complicado incluir todas las piscinas naturales en Extremadura en una sola lista. Así que, voy a por una segunda, en la que volverán a faltar lugares y rincones que descubrir, que aunque soy guiri, tengo moto y tiempo libre, no me multiplico. Nos enfundamos las calzonas, las sandalias de goma y la crema protectora +50, en plan pantalla total.

ACEBO-ARRIBA

ACEBO

Las piscinas naturales de la Sierra de Gata son muchas y la mayoría de ellas una buena elección para pasar el día. Acebo es un pueblo situado en un lugar privilegiado en el nornoroeste de la provincia de Cáceres. Las largas y sinuosas carreteras de la zona hay que tomárselas con calma, aunque la recompensa merece la pena. Desde Acebo, por la carretera hacia Ciudad Rodrigo y  Puerto Perales llegas a esta piscina donde disfrutar de un entorno inmejorable. OJO. No confundir con Perales del Puerto, otro municipio vecino de Acebo donde también hay piscina natural.

Las aguas de la piscina de Acebo son perfectas y cristalinas para bañarse en un día caluroso. No hay problemas de aparcamiento y el acceso para los bañistas es sencillo. Un consejo: llevaos la comida y pasad de los ‘restaurantes’ de la zona; tu cuerpo te lo agradecerá… También puedes relajarte en la piscina natural del río Árrago en Robledillo de Gata o en la del Jevero, cerca de Acebo. Por supuesto hay más, pero no caben todas. No os enfadéis, gateños.

PROSERPINA

EMBALSE DE PROSERPINA

Vamos a continuar por el sur de la región para descubrir más piscinas naturales en Extremadura, que luego me dicen que si el sur también existe y bla, bla, bla. En el Embalse de Proserpina nos encontramos con otra playa extremeña en el centro de la región. El lago romano (en Mérida, ya se sabe, todo es romano) de Proserpina es conocido por los emeritenses como ‘La charca’ y está a 5 kilómetros de la capital extremeña. Canchos, peces, cormoranes, garzas, eucaliptos, carril bici y chiringuito (of course).

Si vas a Mérida atraído por el Festival Internacional de Teatro y te quieres escapar un rato de la ciudad, esta es una buena opción. Merece la pena, aunque solo sea por descubrir cómo es una presa romana.

NOGALON

LAS NOGALEDAS

Recalamos en La Vera, repleta de rincones mágicos y nos adentramos en lo que se conoce como Ruta de las Cascadas del Valle del Jerte. Cerca del pueblo jerteño de Navaconcejo (bajando por la N-110 hacia Plasencia) se ubica la garganta de Las Nogaledas, donde se pueden avistar innumerables cascadas; una detrás de otra. Se pueden realizar rutas a pie desde Cabezuela del Valle, en las que se invierte una hora más o menos. Su versión más corta es comenzar desde Navaconcejo, desde la cruz situada a los pies del puente sobre el río Jerte. Con o sin cerezos en flor, es una buena opción para pasar el fin de semana. Impresiona.

Más abajo, en Valdastillas puedes contemplar el salto del Caozo en la garganta del Bohonal, otra caída de agua con un gran desnivel.

VIANDAR

VIANDAR

Seguimos verateando para disfrutar de las piscinas naturales en Extremadura y nos dirigimos a Viandar de La Vera. Un pequeño pueblo enclavado en la serranía verata. Su ubicación proporciona al visitante espacios que superan ampliamente os 2.000 metros de altitud, como la Sierra de Martinejos y la Loma de la Cumbre.En sus alrededores se puede visitar la Garganta de Las Meñas, La Covacha el río Moros, esta última situada a 200 metros en la salida hacia el camino antiguo a Cuartos.

Como es una garganta tan recóndita, podemos decir que es madrileños free, es decir que no te encontrarás madrileños, solo cacereños.

LA-CODOSERA

LA CODOSERA

Nos vamos ahora hasta La Raya.La Codosera es un bonito complejo de piscinas naturales (que no es gratuito) ubicado en el Parque de Campismo en la carretera que va desde La Codosera (Badajoz) a la Aldea de la Rabaza. Por sus tierras corre el Río Gévora que nace en la Sierra de São Mamede (Portugal). Además de darte un chapuzón y pegarte una siesta a la sombra que proporciona la abundante vegetación, puedes disfrutar del paisaje codoserano, con sus molinos harineros y de aceite sobre el cauce del río, el casco antiguo de la localidad con su genuina arquitectura rayana y el castillo de la Beltraneja, por ejemplo.

Si eres pescador, ten en cuenta que la calidad de las aguas del Gévora permiten que sea el único río truchero de la provincia de Badajoz.

ISLA

LA ISLA

Volvemos al norte para adentrarnos en La Isla, que es como el Hyde Park de Plasencia; la capital del Jerte. El parque (que ronda el kilómetro y medio de longitud y tiene un microclima perfecto para el calor) debe su nombre al transcurso de dos ríos: el Jerte y el llamado río “chico” que conforman una isla, que enlaza con un paseo fluvial de hasta 15 kilómetros de recorrido (es mejor recorrerlo de día, por la noche el alumbrado escasea). La entrada principal a la piscina natural se ubica en frente de un aparcamiento gratuito, que está cerca de la plaza Mayor (apenas 5 minutos a pie).

En agosto, las zonas verdes se llenan de música, monólogos y espectáculos de magia con el programa de ocio «20 a la isla».

Mientras que en el río «chico» puedes bañarte y jugar al balón sin que ningún socorrista cansino te reprenda, en las aguas del Jerte es habitual practicar el  piragüismo.

La Isla es el punto de confluencia de cualquier placentino en verano y una de las mejores piscinas naturales en Extremadura. Sus caminos a las ocho de la tarde están más llenos que cualquier vía del centro; en invierno está más acotado para los vigoréxicos, los que pasean perros y los que tienen que bajar el colesterol.

Senderos, campo de fútbol (o de rugby, en su defecto), abundante vegetación, tranquilidad, un kiosko y un bar-restaurante con una amplia terraza recientemente reformada.

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PLAYA DE PELOCHE

Cada año la playa de Peloche, en Herrera del Duque (Badajoz) se llena de vida con la noche de San Juan. A partir de aquí, la actividad permanece en este enclave, que tiene aguas limpias y cálidas, de esas que no te hielan la sangre como en la zona norte: pesca, baño, navegación…

Existen dos zonas de baño a orillas del pantano, una con playa de arena y otra de hormigón.

Hay chiringuito (El espolón), instalaciones deportivas, embarcaderos, plantaciones de árboles, merenderos, parques infantiles y la opción de darse un paseo por el pantano. Si estas opciones no te llaman la atención, siempre te puedes tumbar a contemplar los riscos.

CAÑAMERO

CAÑAMERO

Pasar una tarde de verano en el Ruecas es una opción tan gratificante como cualquier otra. Este rincón es conocido como charca «La nutria» y está rodeado de alisos, fresnos y chopos. Se ubica en el Geoparque de las Villuercas, cerca de Guadalupe (donde el monasterio) y, claro, esto ya es un aspecto a tener en cuenta. Allí, en el río Ruecas, lo mismo puedes darte un chapuzón, salir, secarte al sol e ir a visitar ‘pinturas’ rupestres, que hacer un poco de senderismo hasta un castro celta. Todo en un pack. Porque hay una cueva cercana (la cueva «chiquita» o «cuevas de Álvarez) que se puede visitar.

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PANTANO DE PUERTO PEÑA

El embalse de García-Sola, mas conocido por los vecinos de la Siberia extremeña como pantano de Puerto Peña, es otra buena opción para disfrutar del relajo estival y practicar la pesca y los deportes acuáticos: piragüismo, navegación a motor y a vela. Hay grandes formaciones rocosas que dan cobijo a una curiosa avifauna: buitre leonado, buitre negro, águila real, halcón peregrino, cernícalo. Un espectáculo puramente extremeño.

PINOFRANQUEADO

PINOFRANQUEADO

Cerrando este segundo Top 10 piscinero, se encuentra la piscina natural del castillo de Pinofranqueado (al norte de Extremadura y al suroeste dentro de la comarca de Las Hurdes). Quizás, la mejor de Las Hurdes., conocida como Charco Morisco-Pino. Se puede acceder fácilmente por la carretera Ex-204, tanto en el sentido que viene de Coria, como por Salamanca. A la localidad le atraviesa dicha carretera.

En cualquier caso, la riqueza natural de Las Hurdes se conserva tan intacta (pese a algunos incendios de años anteriores) que merece la pena pasearse durante varios días por las distintas opciones de baño, que hacen del lugar una de las mejores zonas para disfrutar de las piscinas naturales en Extremadura. A saber: Alavea (Caminomorisco), Puente de Palomero, La Olla (Mestas: reducida pero con mucho encanto), Río Malo de Abajo (con camping y variedad de alojamientos), la piscina natural de Azabal y Vegas de Coria.

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