Ángel Lozano
Se buscan líderes que sepan ilusionar, motivar, sacar lo mejor de cada persona, aprovechar las fortalezas de cada miembro de su equipo y darles espacio para desarrollarlas, y dejarles “fluir”.
¿Qué piensan que mueve a las personas que tiene un desempeño por encima de la media en su trabajo?, principalmente la posibilidad de hacer algo para lo que se sienten capacitados, donde ponen en juego sus fortalezas y desarrollan otras nuevas. Para esto se necesitan los líderes. Un buen líder genera ese tipo de relación de confianza con su equipo, sus colaboradores le siguen, no hace falta estar “detrás de ellos”.
Una persona así tiene que tener, al menos, tres cualidades indispensables: responsabilidad, cordialidad y estabilidad emocional, está última muy importante para gestionar los momentos difíciles y no transmitir tensión a los miembros de su equipo. La falta de estabilidad emocional, no solo no filtra la tensión que se produce en el propio trabajo, sino que las inseguridades y miedos del propio líder, son fuente de tensión que traslada a su equipo. Esas cualidades unidas a un uso acertado del feedback, la autonomía y el empoderamiento son la clave de su éxito.
Pero, ¿con cuántos líderes hemos tenido la suerte de trabajar?, pocos, muy pocos. La mayoría han sido “jefes”, incluso buenos jefes, aunque quizá alguno “puesto por el Ayuntamiento”. En su defensa deberíamos pensar en cuantos aspectos eran mucho mejores que sus predecesores, seguro que era así. Ese constante crecimiento de los nuevos directivos, además de la incapacidad de motivar de manera sostenible a través de la retribución económica, hace que necesitemos líderes en las empresas.
Los nuevos empleados que os estáis incorporando al mercado de trabajo, tenéis que tener claro que para vuestro desarrollo no debéis tomar como referencia el trabajo de vuestro superior jerárquico, a los futuros directivos se os va a exigir mucho más, se os pedirá que sepáis ilusionar, movilizar a vuestros equipos, trasmitir ilusión, generar confianza, que vuestros equipos os valoren y os sigan, en definitiva, ya no se necesitan “jefes”, se buscan líderes.