La salud mental en España es un asunto al que deberíamos prestar más atención, lo escuchamos con cierta recurrencia en medios, incluso personajes públicos hablan abiertamente de sus problemas en las redes sociales, esto facilita el poder hablar de salud mental sin producir rechazo o sentirse estigmatizados, pero la salud mental en jóvenes y adolescentes en España se ha venido deteriorando en los últimos años.
Entre los jóvenes de 15 a 29 años el suicidio es ya la primera causa de muerte no natural. El pasado año superamos los 4000 fallecimientos por suicidio y todavía no contamos con un plan nacional de prevención del suicidio.
Uno de cada cinco menores de entre 10 a 19 años (el 20,8%) sufre algún tipo de problema de salud mental diagnosticado, según datos de Unicef, lo que sitúa a España como el país europeo con mayor prevalencia diagnosticada de problemas de salud mental en menores.
Según la OMS, el 50% de los trastornos mentales comienzan antes de los 14 años, y el 75% antes de los 25 años. Un 80% de estos casos podían tratarse bien a nivel de atención primaria o en los colegios e institutos a través de una educación socioemocional, previniendo que esos trastornos se cronifiquen en la edad adulta. El 55% de los trastornos de los adultos podían haber sido superados en atención temprana o con una educación socioemocional en las escuelas.
Muchas de estas situaciones vienen desencadenadas por diferentes causas: maltrato, agresiones, acoso… Debemos facilitar la comunicación con los más jóvenes, para que les resulte sencillo pedir ayuda y superar el miedo a hablar de la situación que les preocupa, detectar todos los problemas que les pueden sobrevenir y sobre todo, por parte de las instituciones, tener presente la importancia de medir el bienestar, en especial el bienestar de los más jóvenes para la detección e intervención temprana de los problemas mentales.
Resulta fundamental introducir programas de educación socioemocional en las etapas formativas, de esta manera conseguiremos que el niño o el adolescente se conozca mucho mejor y esté más protegido de esos estresores que son propios de la vida. Introducir la asistencia psicológica en la atención primaria y sobre todo introducir la figura de los psicólogos educativos en las escuelas para conseguir una educación emocional en las distintas etapas escalares.
Las habilidades socioemocionales son claves para la salud mental y debían estar integradas dentro del sistema escolar a través de la figura del psicólogo escolar.
