El pequeño comercio y la hostelería de Cáceres siguen con los actos de protesta por el cierre de sus negocios, una normativa impuesta por la Junta de Extremadura debido a la situación de la pandemia en la ciudad. Así, esta mañana los empresarios de la calle Rodríguez Moñino han protagonizado una concentración silenciosa, que se une a al cierre de los escaparates y al apagón de las luces «en señal de luto».
«Entendemos que la situación es delicada pero no estamos de acuerdo con estas medidas», ha declarado Jorge González, presidente de la Asociación de Comerciantes y Empresarios de la calle Rodríguez Moñino.
González ha señalado que el cierre debería ser «perimetral» de la ciudad y no sectorial, porque «no es comprensible que la gente pueda ir a tomar un café o a comprar a la localidad al lado de Cáceres».
Medidas restrictivas en localidades > 5.000 habitantes y con incidencia superior a 500 casos:
1⃣ Cierre hostelería y restauración. Se permite comida a domicilio
2⃣ Cierre de comercios, excepto esenciales
3⃣ Prohibido espectáculos públicos y otras actividades de ocio#Covid19 pic.twitter.com/jql7nto75I
— Junta de Extremadura (@Junta_Ex) January 6, 2021
«Al final, el mismo contagio puede haber en un bar a 50 kilómetros de Cáceres que en el propio Cáceres», ha espetado González, que ha subrayado que la hostelería «está abatida» porque «se le ha criminalizado desde el principio como un foco de contagio». Además, ha recordado que los empresarios tienen que pagar los alquileres de los locales y hacer frente a las nóminas de sus empleados, y «la gente no concibe que no pueda tomarse un café en su ciudad pero pueda ir a la de al lado a tomárselo».
Por todo esto, algunos establecimientos están contemplando la posibilidad de hacer un servicio para poder llevárselo a casa. Asimismo, los escaparates de comercios y bares de la ciudad están apagados «en señal de luto», ha dicho.
Calles vacías
González ha mostrado su tristeza porque las «calles están vacías» en pleno periodo de rebajas. En esta línea, ha argumentado que el pequeño comercio «ha respetado las medidas de seguridad» y, ahora «ha recibido este varapalo, que no es de recibo».
De igual modo, ha criticado la falta de previsión del gobierno regional porque se toman decisiones «de un momento para otro». Ahora, se han cerrado los establecimientos cuando las tiendas están llenas de ropa y las cámaras frigoríficas de los restaurantes repletos de productos.
«Sabemos que la evolución de la pandemia no es buena y a raíz del Puente de diciembre la situación se ha ido estropeando, y sí es cierto que algo iba a ocurrir pero no de esta manera tan sesgada y tan sectorizada», ha incidido González, que ha solicitado que se implementen otras medidas como cita previa porque «el comercio de proximidad es seguro».
Para terminar, esta concentración silenciosa se une a la «cacerolada» que ayer protagonizaron empresarios de Cáceres de otras zonas de compras y ocio de la ciudad como la calle San Pedro de Alcántara. «Nosotros hemos querido hacer una concentración silenciosa porque, a veces, el silencio dice más que el ruido», ha finalizado.
