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FECONS estima que en 2016 se puede producir una bajada de 200 millones de euros de inversión en obras públicas.

Al pinchazo de la burbuja inmobiliaria en la que todavía se encuentra sumida España, ahora hay que añadir una rémora más en el sector: un gobierno en funciones que paraliza inversiones.

Así, mientras las arcas públicas se preparan para desembolsar millones de euros en una nueva campaña electoral (esta sin banderolas; un detalle) la Federación de Empresarios de la Construcción (FECONS) alerta de que en 2016 se podría producir una bajada de unos 200 millones de euros en la inversión en las obras públicas con respecto al año pasado, algo que califica de “desastre» para el sector.

Desastre para el sector y para los datos de paro del ladrillo, que no levantan cabeza.

El presidente de la FECONS de Cáceres, Carlos Izquierdo, ha manifestado que en el primer trimestre del año se han licitado unos 10 millones de euros de obra pública cuando el año pasado por esas fechas ya se llegaba a unos 40 millones de euros.

Esta es la cifra más baja desde que comenzó la crisis, pasando de los 1.171 millones de euros licitados en 2009 a los 251 millones del año pasado.

Izquierdo, augura una recuperación en el sector en cuanto a promociones privadas pero pide más obra pública porque la licitación de proyectos ha ido cayendo de manera vertiginosa y, ahora mismo, «se está en el peor momento», lo que ha achacado a la falta de Gobierno central.

Inversiones lastradas

De hecho, según los datos aportados por FECONS, en los tres primeros meses de este año, las diferentes administraciones han licitado en Extremadura, unos 10 ó 12 millones de euros, lo que extrapolado a lo que queda de 2016, supondría una inversión pública de unos 40 ó 50 millones anuales.

Esta cifra contrasta con la del año pasado cuando en la región se licitaron 251 millones de euros, pero es que en 2014 fueron 566 y en 2013 se bajó de nuevo a los 255 millones de euros. El peor año fue el 2012 cuando solo se invirtió en obra pública unos 68 millones, una cantidad muy inferior a los 1.171 millones de 2009, los 543 de 2010, o incluso los 136 de 2011.

Por todo ello, Izquierdo considera que la licitación de obra pública «está bajo mínimos», y añade que la «inestabilidad política» les está perjudicando porque no se ejecutan los presupuestos. «Nos interesa que alguien gobierne y no saber quién manda nos hace polvo», ha sentenciado el responsable de la patronal, quien ha pedido «responsabilidad» a los líderes políticos para que «se lo tomen en serio».

Desde FECONS, se pide también que se «dimensionen» las inversiones públicas porque las licitaciones se suelen congregar en los dos últimos años de legislatura de manera «acelerada» y, como todavía no se ha formado gobierno, el parón es más acuciante que en otras épocas.

No obstante, Izquierdo cree que en el sector privado «hay buenas perspectivas» porque también los bancos han comenzado a dar financiación, tanto a empresas como a familias, y se comienza a notar una demanda de vivienda, de manera que «se empezarán a ver grúas en Cáceres otra vez».

1001 solicitudes para 30 empleos

La virulencia de la crisis, pese a la tan cacareada recuperación que pregonan algunos, se hace patente no solo en el sector de la construcción, sino en todos los ámbitos de la sociedad.

Se puede constatar en un hecho tan sencillo como que el Ayuntamiento de Cáceres ha recibido un total de 1.001 solicitudes de personas que aspiran a una de las 30 plazas que se ofrecen a través del Plan de Empleo Social, según los datos recopilados tras la fecha límite para presentar las solicitudes.

Esta cifra, a expensas de que se haya podido incrementar con alguna solicitud de última hora, es superior a la de la anterior convocatoria, que se cifró en 804 peticiones, según los datos suministrados por el Instituto Municipal de Asuntos Sociales (IMAS).

Todo ello para número de plazas ofertadas de 30, para distintas categorías. Se ha convocado una plaza de arquitecto; una de trabajador social; otra de delineante; seis auxiliares administrativos, 16 ordenanzas y cinco limpiadores.

Eduardo Villanueva / E. P. 

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