La Confidente. Vicente Rodríguez Lázaro.

Minimalismos
Vicente Rodríguez Lázaro

(Pasos de Semana Santa en San Mateo)

Una mujer solitaria, con un fervor excepcional por los Pasos de Semana Santa. Todos los días los visita uno a uno y estos cobran vida ante su presencia. El ángel da a Jesús el cáliz junto a un olivo, ambos hablan y se dirigen a ella: “¿Quieres ayudarle?” Le dice el ángel. Ella asiente. Continúa hacia “Jesús amarrado a la columna” y Este, con la expresión de dolor característica tras los azotes le habla: “Deja de azotarme y mitiga mi dolor”. La mujer agacha la cabeza, camina unos pasos y se coloca frente al “Beso de Judas”. “Tú también me besas así algunas veces”, oye una voz que procede del Cristo. Finalmente se detiene ante la “Dolorosa” y escucha de ella: “Sácame las espadas”. “Salva a mi Hijo”.

Tras estas visiones deja atrás la iglesia de San Mateo y regresa cabizbaja a su hogar de la judería.

Si ella pudiera acabaría con el sufrimiento del Cristo; pero cada día que pasa ve más difícil ese empeño, aunque seguirá intentándolo, seguirá escuchando a las santas figuras hasta que se reúna con ellas en el Paraíso.

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