San Mateo. Vicente Rodríguez Lázaro

Minimalismos
Vicente Rodríguez Lázaro

(Plaza de San Mateo)

La plaza de San Mateo se convierte algunas madrugadas en un retablo turbulento de visiones impredecibles. Desde el interior del templo surgen a veces los antiguos cantos del muecín almohade. En el momento que alguien penetra en su interior desaparecen. En otras ocasiones son cantos cristianos los que se escuchan con idéntico resultado.

También algunos peatones han visto tremendas escenas de lucha entre ejércitos poderosos: el suelo bañado de sangre, cuerpos descuartizados y señores ambiciosos que no dudan en enfrentar entre sí a sus hombres con tal de adquirir una mayor supremacía sobre sus no menos ambiciosos vecinos. Y un Caíd lamentándose de la traición de su hija que le llevó a perder la ciudad en manos cristianas.

Cada vez hay más curiosos que se sientan en los poyos del exterior del templo a la espera de que el fenómeno se produzca y poder fotografiar sus imágenes para conservarlas, aunque hasta ahora nadie ha conseguido plasmarlas de manera fidedigna.

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