El último diente de leche

Víctor M. Jiménez

Grita como un animal agonizante.
Las manos infantiles rodean un cuerpo de madera ahogado en babas.

Oír el quejido para no entender la razón de su nombre.

Es una primera contradicción, como el primer trago de alcohol o el primer cigarrillo.

Más tarde quedará aprender que nada es lo que parece.

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