oposicionesec

*Oposiciones 2015

La decisión unilateral de Educación desencadena factores que conllevan a la “precarización” del empleo docente, según los sindicatos, y la incógnita de saber si en 2015 se convocarán oposiciones, lo que supondría que sumar un lustro sin oposiciones en Secundaria

Tras la Mesa Sectorial de Educación llegó la decisión que miles de profesores, interinos y aspirantes estaban esperando desde hace meses: la consejera de Educación, Trinidad Nogales, anunciaba que Extremadura no convocará oposiciones de Secundaria para el año 2014. Tampoco lo hizo en 2012, por lo que las listas llevan sin incluir a nuevos aspirantes desde hace ya varios años.

¿Cuántos puestos de trabajo están ocupando los interinos que deberían ya ser puestos de funcionarios? Porque no solo no se convocan oposiciones, sino que tampoco habrá concurso de traslados docentes en 2014. Esta decisión desencadena una serie de consecuencias y una incógnita.

A saber: la limitación de acatar la ‘norma’ del Gobierno central (pese a que las CC AA tienen transferidas las competencias en Educación) imponiendo una tasa de reposición del 10%, lo que significa que de cada 100 docentes que se jubilen, 90 de las plazas que ocupaban se pierden, y solo 10 son susceptibles de convocarse en oposición; el resto se cubrirían con interinos. Con esta imposición acatada por la consejería que pilota Trinidad Nogales, la Federación de Enseñanza de CCOO-Extremadura, entiende que el GobEx “condena a los docentes extremeños (y a los aspirantes a convertirse en docentes) a esperar durante años una acumulación de ofertas de empleo público lo bastante amplia como para conformar una convocatoria”. Así, el colectivo sindical subraya que no entiende «cómo esta administración no ha rechazado con contundencia la tasa de reposición impuesta por el gobierno estatal”.

Pero hay más, porque esta congelación de plazas también afecta al personal funcionario de carrera, que “cada vez tiene menos posibilidades de optar a un puesto definitivo», y que «contempla cómo le suprimen su plaza o le desplazan a otro centro educativo». Es decir, volvemos al tema de la precariedad del empleo, aunque hablemos de empleo público.

trinidad1Trinidad Nogales ha indicado a los representantes sindicales reunidos en la Mesa Sectorial de Educación que considera “más ventajoso” para los opositores de Secundaria “trabajar en una convocatoria de cara al 2015 que realmente cumpla con sus expectativas”. Una postura que se adopta tras analizar “minuciosamente todos los escenarios posibles” ante una posible convocatoria a los cuerpos de Enseñanzas Medias en el año 2014.

 

La situación de los docentes con plaza también empeora al negarse Educación a convocar concurso de traslados: «pierden la oportunidad de conseguir, en muchos casos, su primer destino definitivo tras haber aprobado la oposición, y continuar padeciendo las dificultades para conciliar su vida laboral y familiar». De esta forma, y según el mencionado sindicato, este «importante incremento» del empleo «precario» en educación «incide negativamente en la calidad educativa, creando graves trastornos en la planificación y organización de los centros educativos».

La incógnita que ahora se plantea es saber si las oposiciones de Secundaria se convocarán en 2015 (en lugar de 2016), año en el que le tocaría el turno a las oposiciones de Primaria. Legalmente, el GobEx puede convocar oposiciones en ambos ámbitos educativos. En este sentido, FETE-UGT define como «excusas para justificar los recortes» la tasa de reposición del 10% y muestra su escepticismo de que en 2015 vaya a haber una oferta generosa, si bien recuerda que «es año electoral y entonces puede interesar convocar oposiciones, puesto que es una medida bien vista por la ciudadanía».
Entre el escepticismo, la frustración y la indiferencia

A nadie se le escapa que esta decisión del GobEx genera una catarata de comentarios diversos en la opinión pública. Hay personas que llevan años preparándose en academias (negocios que también sufrirán esta opción del ejecutivo extremeño) para optar a una plaza o entrar en lista de interinos; un hecho que genera frustración. El escepticismo, después de años de demora en la convocatoria, se instala ya en los estudiantes. Pero también la indiferencia. No solo por aquellos que tiran la toalla (pese a que la consecución de una plaza es una carrera de fondo) sino también por aquellos que consideran que la no convocatoria de oposiciones frena el ‘efecto llamada’ de aspirantes de comunidades limítrofes, donde no habrá oposiciones.

 

Eduardo Villanueva /
Artículo anteriorThe Buildings: “No formamos parte de ninguna escena”
Artículo siguienteExtremadura registra 929 denuncias por violencia de género, hasta septiembre

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí