Calle Alzapiernas Cáceres

Los empresarios de la calle Alzapiernas y alrededores han colgado en sus fachadas carteles con lemas como ‘Se vende esta calle’ para pedir soluciones a la Junta de Extremadura y al ayuntamiento para la obra de Alzapiernas que llevaba dos meses parada, con el acceso cortado y que está ocasionando graves perjuicios para los negocios, llegando incluso a acortar las jornadas de algunos empleados.

Por esta razón, el Ayuntamiento de Cáceres mantuvo el pasado miércoles una reunión con los comerciantes de la calle Alzapiernas y les ha propuesto colocar una pasarela desde Semana Santa hasta el WOMAD. Por tanto, las obras terminarían en una fecha posterior al festival.

Los responsables municipales han presentado esta rampa como una «solución viable» para que los peatones circulen por esta calle. Esta obra lleva casi dos meses parada debido a que se han encontrado canalizaciones de agua del siglo XX.

Según el ayuntamiento «la mayor parte» de los empresarios de la zona se mostraron a favor de la colocación de esta pasarela que conectará la calle Moret y Parras. El objetivo es que facilitar el paso de cacereños y foráneos para favorecer el comercio.

Los concejales de Fomento y Comercio, Víctor Bazo y Raúl Rodríguez acudieron a esta reunión para responder a las dudas sobre el hallazgo las tuberías antiguas, que «han sido estudiada con su correspondiente levantamiento arquitectónico”.

Los comerciantes están también preocupados por el saneamiento

Además, los comerciantes están preocupados por el saneamiento porque han aparecido olores como consecuencia de las obras, de tal manera que técnicos de la empresa, que también estuvieron presentes en la reunión, se comprometieron a poner solución a este problema.

Con respecto a las posibles ayudas para paliar las pérdidas, el ayuntamiento ha detallado que remitan un informe detallado para que se “estudie caso a caso”.

Cruce de acusaciones

La pasada semana Luis Salaya, portavoz del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Cáceres, ha acusado a la alcaldesa Elena Nevado de «mentir deliberadamente» sobre la paralización de la obra de Alzapiernas. Según Salaya, la autorización para desarmar las tuberías «está en poder de la empresa y del Ayuntamiento desde la semana pasada» y volvió a incidir en que la alcaldesa «lo ha negado en varias ocasiones».

De la misma manera, recordaron que la obra comenzó sin seguimiento arqueológico (de obligada realización según la Ley de Patrimonio), y que la empresa lo solicitó una semana después de empezar sin que el Ayuntamiento dijera «absolutamente nada». Aun así, el Plan de Seguimiento se tramitó en una semana por parte de la Junta de Extremadura.

Cuando aparecen las canalizaciones del siglo XX, la empresa debe presentar un plan de protección y desmonte. Esto se hizo el 25 de febrero y ya el 6 de marzo el director general de Patrimonio firmó la autorización, según ha explicado Salaya.

«La obligación de la Junta es comunicárselo a la empresa, no al ayuntamiento, y consideramos que alguien que lleva ocho años en la Alcaldía debería conocer este procedimiento”, insistió Salaya. Además declaró que su “único interés está siendo utilizarla como un arma arrojadiza contra la Junta”, ya que la obra no va a estar lista para Semana Santa.

Por su parte, Elena Nevado “sospecha” que hay una «clara intención política»por parte de la Junta para retrasar las obras de la calle Alzapiernas”.

«Entendemos que no tiene ese valor porque, a priori, ni siquiera los arqueólogos de la Junta de Extremadura desde el Consorcio Cáceres Ciudad Histórica valoraron que tuviéramos que hacer este tipo excavaciones ni preverlas en el proyecto, pero ahora resulta que sí, y no sabemos si es porque a alguien le conviene que la obra tarde un poco más de lo previsto», ha dicho la alcaldesa.

Además añadió que cuando se redactó el proyecto, impulsado por el Consorcio Cáceres Ciudad Histórica y que la arqueóloga de la Junta adscrita dijo que «solo había que datar los datos arqueológicos pero ahora la Junta de Extremadura exige una excavación».

Para concluir, Leire Iglesias, consejera de cultura e igualdad, ha declarado que “Es falso que la Junta haya paralizado ni una sola vez esta obra. Y no tienen que hacer nuevas prospecciones arqueológicas”.

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