¿Secuestro de la amígdala o te volviste loca?
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¿Qué es un secuestro de amígdala? Y no hablamos de la garganta sino del cerebro primitivo.

El secuestro de la amígdala es una respuesta emocional al estrés, que a menudo se considera una pérdida de control de las emociones. Exageradamente ante un provocación minúsculo como cuando nos enfadamos de forma violenta o innecesaria es decir te pones hecha una fiera y sale hasta lo de la callejina, por ejemplo, cuando nuestra pareja tarda en responder y es posible que no hayas estado pensando, en absoluto, qué lo que realmente sucedió es que tu amígdala te secuestró.

Y esto sucede a veces a las personas pacientes que durante mucho tiempo se controlan y mantienen a raya el estrés mucho tiempo. De repente, en un instante se anula el control de la capacidad de una persona para responder racionalmente a una amenaza percibida porque, en ocasiones, el cerebro lógico se ve afectado y reacciona de forma volcánica con estallidos emocionales causados por la amígdala, algo que puede importar más que el coeficiente intelectual. Y es que, por más que nos creamos modernos, tenemos una estructura antigua, la amígdala, que está diseñada para responder rápidamente a una amenaza, ya sea que la amenaza sea real para la supervivencia o no.

 
 
 
 
 
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La amígdala en forma de almendra está situada en el cerebro medio, del sistema límbico. Se habla de ella como el centro emocional del cerebro humano y juega un papel en el miedo y la respuesta de lucha o huida, así como el procesamiento de emociones en los recuerdos asociados con el miedo o el placer.

De modo que no te asustes si tienes un temperamento volcán y, de vez en cuando, explota y se derrama sobre todo lo que te rodea. No puedes evitar tu humanidad, o mejor dicho tu preciosa animalidad. No te juzgues ni te castigues, conócete y procura decir las cosas claramente de forma regulada de vez en cuando, para regular en lo posible esta respuesta devastadora que casi siempre se produce en el momento más inoportuno.

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