Luis Salaya, alcalde de Cáceres, recalca que el proyecto de la mina de litio está descartado
El alcalde de Cáceres en su despacho del ayuntamiento.

El alcalde de Cáceres, Luis Salaya, ha declarado estar convencido de que el proyecto de construcción de una mina de litio en la Sierra de la Mosca, en el paraje conocido como Valdeflores, «está cada día más lejos» y «no va a salir adelante».

De esta forma, el alcalde ha defendido que el proyecto, impulsado por la mercantil australiana Infinity Lithium, «es inviable». Además, ha reiterado su apoyo a las organizaciones, entre las que se encuentra la plataforma ciudadana ‘Salvemos la Montaña’, que han enviado una carta a la Comisión Europea para informar de todos los inconvenientes para Cáceres que conlleva este proyecto minero.

«Ahora creo y estoy convencido de que no va haber proyecto, y cada día que pasa se aleja más esa mina de litio», ha sentenciado el regidor cacereño. Salaya considera que la posible explotación de un yacimiento de litio en la provincia, previsto en la zona de Cañaveral, «aleja todavía más el proyecto cacereño».

Igualmente, cree que la aportación de Extremadura a la necesidad de producción de litio para la construcción de baterías de vehículos eléctricos «queda más que cubierta» con el nuevo proyecto de Cañaveral. Por tanto, no será necesario construir una mina en la Sierra de la Mosca cacereña.

«Creo que no va a salir adelante, nunca creí en la viabilidad pero ahora menos», ha subrayado Salaya. En este sentido, ha señalado que hubo contactos entre el gobierno municipal y la empresa promotora antes de la crisis sanitaria pero «nunca» se ha sentido presionado por los intereses empresariales.

De todos modos, el gobierno local mantuvo el criterio de que no habría más reuniones si no existía nueva información sobre el proyecto, por tanto, ya hace tiempo que no se han producido contactos. «No mantenemos reuniones periódicas para intentar convencernos unos a otros de si el proyecto es positivo o no y es verdad que se han ido pidiendo reuniones y hemos pedido que se aporte información nueva porque si el proyecto no ha cambiado no tenemos mucho más que hablar», ha sentenciado.

El templo budista

Además del proyecto minero, otra de los proyectos que iba a ponerse en marcha antes de la crisis sanitaria era la construcción del templo budista en Cáceres. Así, Salaya ha destacado que esta iniciativa e «sigue viva» y «está garantizado que salga adelante».

Sobre esta cuestión, el alcalde ha confirmado que los inversores, la Fundación Lumbini, «siguen confiando» en la ciudad, y ya está decidida la parcela municipal donde va a ubicarse. «Ya solo se baraja una opción para su localización», ha declarado Salaya, que prefiere no desvelar el lugar exacto para evitar «chafarlo».

A pesar de que hay especulaciones sobre que las obras van a comenzar el año que viene, el alcalde prefiere no precipitarse y apuesta por que se dé una solución urbanística «buena» con consenso de la corporación, y «luego ya se verá el cuándo y el cómo».

De cualquier modo, ese complejo de turismo de experiencia puede ayudar «mucho» a Cáceres en el cambio de modelo que, con toda seguridad, surgirá tras la pandemia. En este sentido, se va a priorizar más la calidad que la cantidad del turismo que llega a la ciudad.

«Nos hemos centrado mucho en los números y en cómo crecían las visitas, pero lo que tenemos que analizar son otros elementos como el gasto medio de los turistas o las estancias, porque un turismo de excelencia puede dar lugar a la creación de más puestos de trabajo que otros», ha dicho poniendo como ejemplo los nuevos apartamentos de lujo que impulsan los dueños del hotel Atrio.

Fotovoltaicas y centros comerciales

Otro de los proyectos que tiene en su agenda el alcalde cacereño es la instalación de plantas fotovoltaicas, que se van a traducir en un ingreso en las arcas municipales «de unos 60 millones de euros», según ha indicado el regidor en la entrevista. Además, ha vaticinado que los tres proyectos más inmediatos que ya han pasado los informes medioambientales podrían generar más de 1.000 puestos de trabajo en su construcción.

«Nos va a permitir capear mucho la crisis que se derive de todo esto» ha declarado el alcalde, en alusión a la recuperación económica de la ciudad tras la pandemia. «Nos preocupaba mucho el mantenimiento de los proyectos empresariales que nos ha costado mucho tiempo fraguar», ha añadido.

La construcción de nuevos centros comerciales, como el que se proyecta en el antiguo matadero por parte de la multinacional Way, es otro proyecto que se está estudiando para  impulsar la economía. Este centro comercial, ya anunciado, se suma a otros en los próximos años, ya que, según ha incidido Salaya, la ciudad contará con «dos o o tres nuevos centros comerciales».

«La ciudad contará con muy buena oferta comercial que permitirá atraer compradores a la ciudad del resto de la provincia y a retener a los vecinos consumiendo en la ciudad. Esos proyectos van a ser una realidad y somos optimistas», ha recalcado.

Respecto a la construcción del aeródromo, del que ya ha llegado a la Junta de Extremadura el estudio de impacto ambiental, cuya elaboración se ha alargado cinco años, el alcalde dice que «no» renuncia a esta infraestructura que califica de «positiva» porque «puede salir adelante», aunque no se aventura a dar plazos.

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