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Adenex vuelve a solicitar la apertura al público del Palacio de Mayoralgo, que Caja Extremadura mantiene vetado.

Su robusta y sobria fachada encuadra uno de los laterales de la Plaza de Santa María. Fue construido a mediados del siglo XVI, en estilo gótico, y ahora es la sede de Caja Extremadura (o Liberbank).

Hablamos del Palacio de Mayoralgo, que en su interior alberga los vestigios que confirman el origen puramente romano de Cáceres (anteriores a la construcción de la colonia Norba Caesarina). Pero el banco, la caja o lo que sea, mantiene este hallazgo vetado a los cacereños, extremeños y visitantes.

Tras la reforma del Palacio de Mayoralgo quedó al descubierto un yacimiento arqueológico que evidenciaba la existencia de otra ciudad anterior a la Norba, en el espacio que hoy ocupa la ciudad monumental.

Entonces, los investigadores hallaron en el patio trasero, una construcción de piedra que ponía de relieve que el origen de la ciudad de Cáceres es puramente romano. No se construyó sobre ningún castro anterior, por lo que no hubo participación aborigen.

Hablamos del año 2001, cuando los trabajos de remodelación del palacio dejaron al descubierto un yacimiento de más de 500 metros cuadrados, en el que se resumen 2.000 años de historia a la vista de todos.

Bueno, de todos no. Solo de algunos privilegiados trabajadores de la sede social e institucional de Caja Extremadura.

Pero a Caja Extremadura este hallazgo no le parece un reclamo los suficientemente importante, y 12 años después de que concluyeran las obras de remodelación y se abriera la sede de la caja, el yacimiento solo se muestran de forma ocasional y con cita previa. Pese a que la entidad financiera habilitó las ruinas como zona visitable.

Presión de los colectivos

Ante la aparente pasividad de la Administración, han surgido varias voces que han reivindicado la apertura del Palacio de Mayoralgo a las visitas.

Por ejemplo, la Asociación de Usuarios de la Ciudad Antigua ha propuesto que el Consorcio Cáceres Ciudad Histórica (organismo público conformado por el Ayuntamiento, la Diputación y la Junta) firme un convenio de colaboración con Liberbank, para lograr que los restos romanos se abran a visitas periódicas.

Desde la asociación conservacionista Adenex también han demandado la apertura al público del yacimiento romano.

Desde el colectivo entienden que la oferta turística actual “sigue siendo insuficiente para retener al turista más de una noche de media”. La posibilidad de visitar los restos de la ciudad romana “sería un atractivo más para el turismo y un aumento de importancia cualitativa de la oferta que Cáceres ofrecería a sus visitantes”.

Después de 14 años del hallazgo resulta incomprensible que siga cerrado al público

Adenex insiste en que el yacimiento de Mayoralgo sería también un recurso cultural para ciudadanos, jóvenes y estudiantes de la ciudad para ampliar sus conocimientos sobre la misma y “fomentar la valoración del patrimonio histórico y cultural”. Ya que se trata de los vestigios de una ciudad romana del siglo I a.C. con restos de calzada, vivienda con patio y cisterna y un taller de forja.

Los colectivos implicados en esta especie de cruzada también piden conocer cuáles han sido los términos del rechazo a esta apertura, después de que la alcaldesa, Elena Nevado, realizara una petición formal a la entidad bancaria.

En este sentido, el Ayuntamiento y Liberbank mantendrán en breve una reunión, que ya está cerrada por ambas partes.

“Y en todo caso hay que recordar que instituciones como el Ayuntamiento, la Junta de Extremadura y el Consorcio de la Ciudad Monumental, desaparecido en este tema, como en otros, tienen capacidad para presionar a la entidad financiera en favor de dicha apertura”, subrayan desde Adenex

El yacimiento de Mayoralgo está habilitado para recibir visitas y cuenta incluso con un acceso diferenciado al de la sede de Liberbank, por lo que compatibilizar la función institucional con las visitas turísticas no es complicado.

En cualquier caso, después de 14 años del hallazgo (que se produjo por absoluto azar) resulta incomprensible que un yacimiento de alto valor, que explica el origen de la ciudad, siga cerrado al público.

Tirando de hemeroteca

Si tiramos de hemeroteca, nos encontramos con unas afirmaciones del entonces presidente de Caja Extremadura, Jesús Medina, que aseguró que Medina se había hecho “un gran esfuerzo inversor” (9 millones de euros) para rehabilitar el palacio, y “no sólo para recuperar una parte importante del patrimonio cultural y artístico de la ciudad, sino para permitir que sea visitado”. En concreto, se refería Medina en octubre de 2003, a las ruinas romanas que se encontraron en las excavaciones realizadas en el inmueble.

Es más, el entonces presidente de la ahora extinta caja subrayaba que la entidad «lejos de documentar, tapar y sellar las ruinas, ha hecho un gran esfuerzo para que todos los ciudadanos puedan verlas». Un esfuerzo ímprobo, se entiende, porque más de una década después este hallazgo permanece oculto para la mayoría de turistas y cacereños.

El palacio “no sólo será la sede social de Caja Extremadura, sino un espacio para la cultura, donde cabrán conferencias, presentaciones, exposiciones y otro tipo de iniciativas…”

Nada de eso se produce ahora en el palacio; que alberga la sede de una caja moribunda, pulverizada por las tripas del sector financiero.

Eduardo Villanueva /

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