Cada año, el 19 de octubre, se celebra el Día Contra el Cáncer de Mama como recordatorio del compromiso de toda la sociedad en la lucha contra este mal que sufren muchas mujeres.
El diagnóstico precoz del cáncer de mama es fundamental para conseguir un buen pronóstico de la enfermedad. El examen por parte del especialista y las mamografías son técnicas que ayudarán a conseguir este objetivo.
Recibir un diagnóstico de cáncer conlleva un importante impacto emocional para la persona afectada y para su familia, dado que en un intervalo de tiempo muy corto se verán envueltos en nuevas pruebas médicas, tratamientos (cirugía, quimioterapia, radioterapia) y la aparición de efectos secundarios.
Tras la cirugía, especialmente si ha sufrido una mastectomía, la paciente sentirá tristeza, perdida de autoestima, inseguridad; aquí la ayuda psicológica y social es fundamental, para hacer entender que puede adaptarse a su nueva persona y continuar con su vida.
El compromiso de la sociedad se sustenta en testimonios que nos hagan empatizar y entender esta lucha, y en proyectos solidarios para hacernos partícipe.
Proyectos como ‘La almohada del corazón de Valdefuentes’, donde personas voluntarias se reúnen para coser almohadas en forma de corazón, con una ‘v’ más pronunciada de lo habitual para que encaje perfectamente debajo del brazo. Luego, las ofrecen a las pacientes que han sido operadas de cáncer de mama, para ayudar a paliar el dolor y malestar provocado por la cirugía.
25.000 nuevos casos
Cada año se producen en España 25.000 nuevos casos de cáncer de mama, aunque su supervivencia se sitúa ya en el 85%, según informa la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) con motivo de la celebración de la jornada ‘Diálogos AECC’.
Se trata de un cáncer paradigmático, puesto que una mayor concienciación social sobre su detección precoz y la reducción del riesgo de desarrollarlo, así como un mayor esfuerzo en investigación, han logrado que sea uno de los tumores con mejor pronóstico y mayores índices de supervivencia y cronificación.
Ahora bien, según explica la psicooncóloga de la AECC, Patrizia Bressanello, los índices de malestar general de los familiares de paciente de cáncer son incluso mayores que los de los pacientes. «Un proceso de cáncer conlleva muchos cambios y eso no es fácil. Genera angustia e inseguridad y los familiares y cuidadores piensan que no van a saber cómo hacerlo. Necesitan de todo nuestro apoyo».
Mi experiencia con el cáncer de mama está siendo como la de cualquier otra mujer en mi situación; independientemente de la forma en la que lo hayas descubierto, un día cualquiera te levantas por la mañana y de repente todo cambia, ya nada volverá a ser igual, en mi caso lo que ha hecho posible que hoy pueda estar escribiendo esto ha sido la prevención. Cuando cumplí los 50 me llegó la carta para la mamografía, solo han pasado seis meses desde entonces, acabo de terminar la quimio y estoy preparándome para la reconstrucción, pero desde el primer momento transcurre todo a un ritmo tan frenético que todavía hoy hay momentos en los que pienso ¿ha ocurrido de verdad, o ha sido una horrible pesadilla? Es un proceso largo y penoso que envuelve no solo al enfermo sino a todo su entorno, familia, amigos, que tan importantes son para tu recuperación aunque a veces sea duro luchar por ti y por ellos, pero es por esto precisamente por lo que esta enfermedad nos hace tan fuertes; y no podemos olvidarnos de todas aquellas personas que de forma totalmente desinteresada hacen que tu lucha diaria sea más llevadera, me refiero en este caso al Proyecto Almohada del Corazón, yo la recibí de manos de una amiga que me está ayudando mucho y que además es voluntaria de la Asociación contra el Cáncer; el proyecto es maravilloso y la almohada una ayuda necesaria que hace la recuperación más cómoda. Mi apoyo total y mi agradecimiento infinito. Mucho ánimo y adelante.
Isabel Romero Iglesias. Cáceres.
