Concha Rodríguez, La Estampa Teatro

Concha Rodríguez, ¿Cómo es estar al frente de una compañía extremeña de teatro extremeña?

Hoy por hoy bastante complicado. La Estampa Teatro, cumple 27 años. Hemos pasado por muchos momentos maravillosos y baches complicados. No sólo es ser compañía extremeña, es escribir teatro social en los tiempos que corren. Para mí tener una empresa teatral son alas. Escribo con total libertad, aunque la venta desde aquí y cuando apuestas por un equipo extremeño es durísima. La competencia es tremenda. Para la venta no hay ningún filtro. Compites con la Gran Vía y eso es imposible. Salir desde Extremadura con equipo extremeño y texto nuevo es poco más que decir que eres una fracasada. El complejo endémico está ahí. Pero yo sigo en el intento. Llevo 27 años al pie de esta compañía y aquí sigo y escribiendo mis propias obras. Ya es como un matrimonio y ahora puedo decir que bien avenido (entonces, no estoy soltera).

¿Es la risa la mejor forma de llegar a la gente?

Sin duda. Si te das cuenta la carcajada te abre, no te cierra. Y dejas entrar emociones a borbotones, aunque luego te preguntes: ¿de qué me estoy riendo? Ésta es mi forma de hacer comedia, llegar a la comedia, a través de historias y situaciones que por injustas, absurdas, dolorosas y caóticas pasan ese umbral del drama a lo cómico. Al teatro hay que ir a divertirse, por supuesto a entenderlo, a reflexionar, a curtirte, a verte en un espejo grande, a perdonarte, a retarte. Todo lo trae la comedia.

¿También para hablar del techo de cristal?

Por supuesto. Para hablar de ese maldito y sangrante, pero transparente, techo de cristal. El trabajo de las mujeres está maldito, pues al llegar la noche, nos acostamos con todo hecho y por la mañana nos levantamos con todo por hacer. Si el trabajo que hacemos las mujeres cada día cuajase y nos fortaleciese, nos anclara en el presente y nos fuera sumando para el futuro, podríamos permitirnos hablar de fútbol durante horas como hacen ellos. Sin miedo a perder un tiempo de oro. Porque cada minuto en una mujer es oro puro. Siempre tanto por hacer.

«El Gran Teatro se convierte en la empresa Seguros Matallamas»

Ahora cuéntame, Concha Rodríguez, qué vamos a ver en el escenario.

Una comedia. Mucha participación. El teatro desde la puerta de la calle se convierte la empresa de Seguros Matallamas. El espectador ficha, hace su pausa activa, estiramientos suaves, cigarrito, cava extremeño para todos durante el homenaje… cámaras de seguridad por todo el espacio que harán que los trabajadores/espectadores estén presentes en el escenario. La escenografía y vestuario son de Marcelo Pacheco y Pepe Reyes (La Catedral del Mar, Isabel, La República…) Una gran parafernalia futurista y de gran empresa, dirigida por Sergio Gayol, para contar que las emociones siguen intactas y que a nivel humano vamos para atrás. Y que todos los problemas laborales se multiplican por diez cuando hablamos de mujeres. Hablo de la pirámide empresarial. Jefa, secretaria y eventual. Tres mujeres. Ya estamos en todas partes y sigue todo igual. Y al final quien se lleva la cosecha es el segurata. Me rodeo de grandes actrices como Ana Franco y Laura García Cáceres y el actor José María Galavís.

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