La Fundación Santa María la Real fomenta la inserción laboral en Extremadura con proyectos como los ‘Hubs de Activación de la Empleabilidad’. ¿Cuáles son los principales desafíos en materia de empleo femenino en la región?
En general, en España nos encontramos con varios problemas que afectan a las mujeres en su acceso o retorno al mercado laboral; uno de los principales es la dificultad de conciliación, que hace que las posibilidades de retorno al mercado laboral de las mujeres disminuyan de manera notable tras los 35 años, una vez se encuentran en desempleo. Además, la alta ruralidad de la región, en este caso, hace que el acceso a los programas de empleo y orientación laboral, así como la posibilidad de acceder a ciertos empleos dificulten la empleabilidad de estas mujeres.
¿Y los principales obstáculos que enfrentan las participantes, en concreto, y las mujeres, en general, a la hora de encontrar trabajo?
Normalmente solemos trabajar con perfiles que se encuentran en desempleos de larga duración donde la persona tiene mermada la confianza en sí misma, una deteriorada salud mental, y una falta importante de competencias para afrontar la búsqueda de empleo en el plano digital. Además, en muchas ocasiones, el objetivo de la persona, su perfil o formación necesitan actualizarse para poder encajar dentro de las demandas de las empresas.
Particularmente, en el caso de las mujeres, nos encontramos con mayores brechas de alfabetización digital en los perfiles más vulnerables y, derivado de sus necesidades de conciliación, una búsqueda de trabajos deslocalizados o más flexibles e incluso a veces de jornadas parciales que dificultan el acceso a empleos de calidad incluso en mujeres con sobrecualificación.
¿En qué sectores encuentran más dificultades para acceder al empleo?
Los sectores más comunes de inserción son servicios y, especialmente, aquellos con altas tasas de feminización. Hay sectores masculinizados como el sector tecnológico o ciertos oficios donde necesitamos comenzar un trabajo previo en el sector educativo desde la orientación vocacional.
«La identidad personal está muy ligada a la identidad laboral y, cuando no se tiene empleo, esto repercute directamente en la autoestima»
¿Ha adaptado la Fundación Santa María la Real sus programas de empleo para adaptarlos a esta realidad? Si es así, ¿cómo?
En estos años, la Fundación ha adaptado los programas de empleo para acceder de manera más personalizada a la realidad de las mujeres. En este sentido, ha sido especialmente relevante la posibilidad de hacer intervención a distancia a través de medios digitales que permitan a las mujeres una mayor flexibilidad en su conciliación familiar.
¿Cómo se mejora la empleabilidad e inserción de las participantes? Hay mujeres que han estado fuera del mercado laboral largos periodos por tareas de cuidados y otras circunstancias. ¿Se trabajan de la misma manera todos los casos?
Las personas participantes reciben un acompañamiento común en habilidades para la búsqueda de empleo y formación, mediante la creación de equipos de ayuda mutua de personas desempleadas. Así, ellas mismas crean una red de apoyo en la que, a través de la solidaridad, consiguen ayudarse unas a otras a encontrar el empleo que buscan.
En el caso de ciertos perfiles de mujeres desempleadas de larga duración por cuidados es necesario reforzar diferentes áreas. Por ejemplo, se trabaja la recualificación y la reorientación de objetivos profesionales, así como el estigma acerca de los periodos vacíos en los currículums para enfocarlos como periodos en los que también se han trabajado habilidades necesarias y útiles en el mercado laboral.
El rechazo, las desigualdades y las discriminaciones provocan una erosión en la autoestima, ¿cómo influyen estas variables en la búsqueda de trabajo? ¿Se cuida también la salud mental en sus lanzaderas de empleo?
Tras largos periodos de desempleo, la incidencia de problemas de bienestar emocional y salud mental aumentan notablemente. Esto hace que se produzca una desactivación de la búsqueda de empleo y que aumente la sensación de soledad. Vivimos en un contexto en el que la identidad personal está muy ligada a la identidad laboral y, cuando no se tiene empleo, esto repercute directamente en la autoestima y la sensación de vergüenza en el espacio social.
La salud mental se aborda transversalmente en todos los programas tanto a través de sesiones grupales como individuales. Muchas veces son los propios equipos que conformamos de personas desempleadas los que gracias al apoyo mutuo consiguen ir saliendo de esa sensación y activar su búsqueda de empleo.
¿Qué mensaje daría a las mujeres que están en búsqueda de empleo en este Día Internacional de la Mujer?
Les diría que no pierdan la esperanza porque pueden lograrlo. No son desempleadas, sino profesionales en situación de desempleo con competencias valiosas para el mercado laboral. Deben saber que no están solas y que pueden buscar apoyo en entidades y administraciones públicas para lograr sus objetivos.
Natalia Serrano, directora del Área de Empleo e Inclusión Social
en Fundación Santa María la Real