UNICEF ha puesto en marcha un proyecto en Burundi con el fin de mejorar las oportunidades de desarrollo de 1.500 niñas y adolescentes y las relaciones de género dentro de sus comunidades. La iniciativa, que cuenta con el apoyo económico de la Diputación de Cáceres, está centrada en las provincias de Bujumbura Mairie, Gitega, Ruyigi, Kurundo y Cibitoke.
Cabe destacar que Burundi vive en un entorno de pobreza generalizada y altos niveles de desigualdad y, por tanto, la protección de la infancia contra los abusos y la explotación, así como el empoderamiento de las niñas con opciones de vida y opciones de medios de vida sostenibles, son clave.
.@elpaissemanal viajó con nosotros a 3 continentes para retratar las sobrecogedoras historias de niñas y niños que sufren explotación laboral. Imposible no recordarlas hoy #DíaMundialdelaInfancia https://t.co/2vgxbwaALP pic.twitter.com/PPMGeCgedA
— UNICEF España (@unicef_es) November 20, 2021
En este país se siguen vulnerando los derechos de los niños, niñas y adolescentes, existiendo aún un 7% que trabajan en las calles, exponiéndoles a diversas formas de violencia, abuso y explotación. El 9,2 % de estos menores que viven y trabajan en las calles son niñas.
La mayoría de las adolescentes que se enfrentan a un embarazo temprano son expulsadas de su familia y pueden terminar en la calle. Por otra parte, las que se quedan en casa para llevar su embarazo a término, generalmente abandonan la escuela y rara vez se les permite reanudar sus estudios.
Con todo esto, las niñas y adolescentes de Burundi sufren una situación de especial vulnerabilidad en amplias zonas del país, agravada por el actual contexto de conflicto, por lo que proyectos como este son más necesarios que nunca. Para ello, se seguirán tres líneas de actuación. La primera tendrá como finalidad prevenir la violencia, la explotación y el abuso de las niñas en situaciones de vulnerabilidad, a través de comités de protección de la infancia y grupos de solidaridad.
La segunda trabajará en proporcionar acceso a servicios básicos y asistencia jurídica, a la formación profesional, a opciones de medios de vida sostenibles y a la reintegración de las niñas en situaciones de vulnerabilidad. Se garantizará el acceso a servicios básicos de salud y de educación, y podrán participar en cursos de formación profesional y apoyo y asesoramiento para la generación de ingresos.
Por último, se promoverá el fortalecimiento de las capacidades locales en protección de la infancia formando a personal de las ONG.
