Foto: Jose A. Caso

En tu opinión, ¿qué responsabilidad tenemos los periodistas y medios de comunicación a la hora de hablar el feminismo y Derechos Humanos?

Le preguntaron casi lo mismo a ese referente del periodismo que es Kapuściński y te voy a contestar con su respuesta: “El verdadero periodismo es intencional. Su deber es informar de manera que ayude a la humanidad, sin fomentar el odio. La noticia debe servir para aumentar el conocimiento y el respeto entre seres humanos”.

No sucede siempre así en la actualidad, donde los intereses de la empresa que sustenta cada medio están por encima de todo. Yo sigo siendo una idealista, así empecé y así sigo, defendiendo que el buen periodismo debe servir para denunciar los desequilibrios y la situación de las personas más vulnerables. En otro caso, no es periodismo sino propaganda.

Cuando yo era pequeña escuchaba eso del crimen pasional, ahora son crímenes machistas, aunque hay quien sigue titulando como “han hallado a una mujer muerta” ¿Cómo ha cambiado la forma de informar sobre la violencia de género a tu juicio?

Está cambiando, pero aún falta mucho para erradicar los tópicos machistas. Se sigue diciendo “una mujer muerta”, cuando claramente la mató un hombre, se incide además sobre la actitud o la ropa de la víctima. Un ejemplo de un titular vergonzoso es:” La asesinada de Vinarós fue descuartizada y enterrada por vestir ropa demasiado corta” (El Confidencial), o este otro de El Mundo: “La volcánica relación que mató a Lourdes”. Se utiliza deliberadamente la voz pasiva, cómo si las mujeres hubieran muerto por su propia culpa, es aberrante y, por desgracia, muy frecuente.

 Este año parece que solo hablamos de pandemia y no hay más temas, pero esta lacra sigue persiguiendo a las mujeres.

Siempre que sucede algo malo, una crisis, un terremoto, una recesión económica, a las mujeres les irá peor, los datos están ahí, solo hace falta echar un vistazo. La pandemia ha ahondado la brecha salarial, el paro femenino, la precariedad, la violencia machista, la situación de las mujeres prostituidas …

Para colmo está la polémica de la manifestación del 8M

Una polémica absurda. En nuestro país se han echado a la calle en el último año, desde los sanitarios a los de las cacerolas, unos con más razones y sentido común que otros, pero las únicas culpables de una pandemia mundial fuimos las mujeres del 8M. Por lo visto todo lo demás han sido manifestaciones y lo nuestro un aquelarre, pero dado el calibre de las personas que lo dicen yo voy a contestar con una frase que me encanta, me entra por un oído y me sale por el coño. No he ido este año por responsabilidad personal, pero no me han faltado ganas de agarrar una pancarta y manifestarme, aunque sea sola

Cambiando de tercio ¿Cuál es tu postura sobre sobre el lenguaje inclusivo?

 Absolutamente a favor. Le pese a quien le pese, el lenguaje está vivo y se adapta solito a la evolución social. Si constituimos la mitad de la población no es lógico ocupar un segundo plano y quedar ocultas siempre bajo el masculino genérico.

Y muy en contra de lo que cree la gente, emplear un lenguaje inclusivo no es difícil (lo estoy haciendo en esta entrevista). Siempre se ha dicho al dirigirse al público “señoras y señores” y ahora se rasgan las vestiduras por un “todas y todos”. Hay muchas fórmulas inclusivas y solo hay que poner un poquito de interés para aplicarlas. Sirvienta sí la aceptan los “señoros” de la academia, pero presidenta les escuece ¡anda ya!

Las mujeres llenan las facultades de periodismo y comunicación, pero también es un sector con mucho paro… ¿hay más dificultades a la hora de encontrar trabajo siendo mujer?

No sabría decir en estos momentos, pero cuando yo empezaba si lo fue, de hecho, mi primer posible trabajo, tras un verano de becaria sin sueldo, se fue al garete con esta frase pronunciada por un director: “Hay una plaza, me gusta como trabajas, pero no voy a contratarte porque yo, en mi periódico, no quiero mujeres”. Me vino de maravilla porque acabé aprobando una oposición en RTVE y he tenido una preciosa vida laboral.

Además, no hay muchas que ocupen puestos relevantes en los medios ¿Consideras que hay que acceder a los puestos de responsabilidad dentro de la profesión para romper el techo de cristal?

Nunca he sido jefa, pero desconozco si ha sido por ser mujer o por que no daba la talla jajaaaa…

Estoy convencida de que más mujeres en cargos de relevancia de cualquier sector suponen una punta de lanza para romper ese techo, pero también creo que no ayuda que haya mujeres en puestos claves que hayan llegado por actuar como hombres, ahí tenemos a   Margaret Thatcher, o sin ir más lejos, Isabel Ayuso. Pero también me parece genial que mujeres, igual de nefastas que hombres, tengan tantos cargos como ellos.

 Por último, has recibido un reconocimiento por tu labor por parte del Ayuntamiento de Cáceres ¿cómo te sientes?

Pues tan contenta y agradecida como abrumada, soy feminista desde antes de saber que lo era, pertenezco a una familia de mujeres fuertes, mi abuela Crisanta recorrió los pueblos de Badajoz con Margarita Nelken, pidiendo el voto femenino, y mi tía Elisa, es probablemente, la primera mujer en España que tocó la batería en una banda, allá por los años 40. Con esos antecedentes no podría ser de otra manera, ellas, mis amigas, mi hija, mis compañeras, son mis referentes y con ellas quiero seguir aprendiendo y, ahora, compartir este reconocimiento que servirá para continuar trabajando por una igualdad real de la que nos beneficiaremos la sociedad entera.

 

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