¿Cómo se le ocurre a Silvia Bezos ‘Placeres Lacerantes’?
Recuerdo que estaba sola de vacaciones en Altea y bastante dolorida. Quería volver a los pinceles, pero aún no tenía claro de qué hablar. Cuando cogí el cuaderno para hacer unos bocetos, lo primero que vino a mi cabeza fue lo obvio: el dolor. Después decidí indagar en todos los matices que conocía de la enfermedad. Ese primer día tuve ya muy claro que quería componer un puzzle con todas las partes afectadas por la enfermedad, ya fueran de mi cuerpo o de mi vida, y dejé diseñada la estructura de la serie que después desarrollé bastante fielmente.
Es cierto que quieres dar visibilidad a tu dolor y sin embargo, la exposición es toda una explosión de color ¿esto cómo se come?
Jajajajaja. Ni yo misma lo entiendo, pero tengo varias hipótesis. El uso del color caracteriza mucho mi trabajo y en este caso no iba a ser menos. Creo que estar enferma condiciona quién eres, pero sigues siendo tú y yo soy ese uso del color. También creo que, a la vez que quiero contarle al mundo lo que es esta enfermedad del demonio y canalizar mi frustración, quiero dar esperanza a otras personas diagnosticadas de cistitis intersticial (CI) (este nombre, por cierto, es muy poco representativo de lo que es esta enfermedad). Sí, vas a saber lo que es el dolor de verdad, sí, tu vida se va a ver limitada por muchos flancos, pero también vas a poder alcanzar un equilibrio en el que volver a disfrutar y vas a aprender mucho de ti y de las personas que te rodean en el camino.
El mundo del feminismo está repleto de mujeres graciosísimas
Trabajas además con elementos asociados a lo tóxico, con plantas, sangre, vísceras en asociación con el sexo, el dolor, la amistad o la soledad…
El primer libro que leí sobre esta enfermedad empezaba diciendo que tener cistitis intersticial se siente como un envenenamiento, todo el cuerpo funciona raro y mal. Y pensé “¡justo!”. Así que uno de los primeros pasos para mejorar es “purificarse” un poco. Digamos que las toxinas y los alérgenos son tus enemigos, de ahí que todas las plantas de la serie sean tóxicas, excepto la marihuana que tiene el honor de ser un paliativo. Además de al cuerpo, quise hablar de cómo tener CI afecta a tu vida social, sexual y personal.
Silvia Bezos, hablemos del momento útero con plantas carnívoras
Muchas mujeres afectadas por esta enfermedad tienen problemas de fertilidad asociados. Veo muchas personas deprimidas en los grupos de apoyo. Si no es por el dolor, que puede llegar a ser intensísimo, es por las limitaciones en relación a los placeres de la vida (comida, bebida, sexo, viajes, etc. que pueden convertirse en un detonante para una nueva crisis) o por la incapacidad para concebir. La representación del cerebro en mi serie tiene que ver precisamente con la influencia de ida y vuelta que este tiene. Por un lado, los pensamientos condicionan tu estado y por otro, tu cuerpo condiciona tu estado psicológico, de ahí que el manejo del estrés y la ansiedad sean clave.
Quiero contarle al mundo lo que es esta enfermedad del demonio
Silvia Bezos, de ahí pasamos a la causa feminista ¿cómo se lucha por la igualdad desde la cultura y, en tu caso, como a casi todo lo que haces, desde el sentido del humor?
El feminismo es un tema muy central en mi trabajo y en mi vida. Me autodenomino “feminací” porque nací feminista y he “sufrido” esa especie de clarividencia desde que recuerdo. Y digo sufrido porque no dejé de vivirlo exclusivamente de esa manera hasta que no empecé a canalizarlo por medio del dibujo y el activismo con mis maravillosas compañeras del Colectivo ZAS. Respecto al sentido del humor, creo que es un mecanismo de defensa estupendo. Venga, vamos a reírnos tanto como sufrimos, así que claro, el mundo del feminismo está repleto de mujeres graciosísimas.