¿Les sorprendió el anuncio de ejecución de este proyecto en Cáceres?
Muchísimo. Es increíble que alguien se plantee hacer una barbaridad de este tamaño y características tan cerca (a poco más de 1,5 km) de una ciudad de 100.000 habitantes y Patrimonio de la Humanidad.
¿Consideran que en este asunto está habiendo transparencia por parte de las Administraciones?
En un principio no la ha habido, ni por parte de la Junta ni del Ayuntamiento. Ahora que el proyecto ya ha sido presentado a estas administraciones, tampoco se ha hecho público; y mientras el destrozo que han provocado las investigaciones en La Montaña lo han amparado las dos.
De hacerse, ¿cuál creen que sería la repercusión en la ciudad?
La ciudad perdería su pulmón verde, su zona de esparcimiento y mejora de la salud, la poca cantidad de agua que tiene y su calidad, también se empeoraría la calidad de su aire, y sufriría un duro revés como destino turístico, cultural y natural.
Y se destruiría, además, una gran cantidad de terrenos productivos que podrían generar empleos sostenibles y, para colmo, junto a la Estación Potabilizadora de Agua, el nuevo Hospital, el Campus Universitario y las instalaciones deportivas de El Cuartillo.
“Cada vez que sube la presión ciudadana inflan más las cifras de inversión”
Pero la inversión es muy importante y también la creación de empleo, algo muy necesario para la ciudad…
Los números que acaban de presentar contradicen a los propios que vienen presentando a sus inversores desde hace meses. Cada vez que sube la presión ciudadana, inflan más la cifra. En minas de este tipo la media europea de empleos es de 16 trabajadores, y de solo 10 en España. Entonces, ¿por qué fiarnos? En Agua Blanca se prometieron 400 empleos y a la mitad del periodo de explotación quedaban 9.
Pasa igual con el número de baterías de litio. Con las concentraciones que han encontrado y que publican en sus informes, se llegarían a producir 10.000 baterías en toda la vida útil de la explotación, y ahora dicen que no, que serán 300.000 al año.
¿Consideran justificable la preocupación surgida en la población?
Totalmente. Se nos ha ocultado interesadamente información, y ahora se nos pretende embaucar con promesas que saben que no van a cumplir.
¿Cómo defenderían su postura frente a los que apoyan el proyecto?
Los promotores han demostrado que no son de fiar, y las Administraciones Públicas, que necesitan vigilancia. Las promesas de empleo e inversiones son ficticias y la mayoría de los beneficios no recaería en nuestra ciudad, pero sí los perjuicios.
Y en cuanto al plan de restauración, es irreal completamente. Baste aportar algunos datos, como por ejemplo que no hay agua para rellenar semejante agujero que, lejos de ser un lago, sería más bien un pozo gigantesco donde acabarían todas las aguas subterráneas de La Montaña, incluidas las de muchas fuentes históricas de la ciudad; o que la altura que tendrían que tener los árboles que dibujan en sus recreaciones alcanza a la de las secuoyas de norteamérica.