Cuidar la madre tierra está en nuestras manos y al hacerlo, nos cuidamos a nosotros mismos.
Una ciudad con una mina de litio, por ejemplo, mi ciudad, una ciudad que va a morir y va a morir por el ansia de poder, por la avaricia de los que vienen de fuera y solo ven un tesoro que expoliar. Sin embargo, va a morir, sobre todo, por los que lo permiten por avaricia, por desgana u omisión, pero en en especial por culpa de los que están en el poder.
¿Tú gestionas los recursos del pueblo? ¿Tú tienes recurso y por lo tanto influencia? Pues eres tú quien lo permite, cómplice necesario de la destrucción de bienes y personas. Y no me digas que estará tapada la mina ¿Acaso no has visto cuando tienes un obra en casa de tu vecino como se pone la tuya? ¿En qué mundo vives y cómo mantienes de cerrados los ojos para no ver? Cierra tus ojos y visualiza en un tiempo corto los árboles cubiertos de una pátina microscópica de polvo, que no podrán respirar, la primera bocanada de aire en los pulmones de los recién nacidos, cada uno de sus habitantes cada día, cada uno de sus visitantes respirando.
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Habrá enfrentamientos y contaminación social, habrá sangría mediática y corrupción por el dinero a nivel político. El dinero trae mafias y bandas que son como las setas alrededor del poder corrupto de empresas y su dinero, luego llegarán acuerdos con políticas y políticos que pasan por encima de bien de los ciudadanos.
No me contéis milongas… ¿qué no va a salir polvo contaminado? Cuéntame el cuento que las máquinas no van a destruir la ecología, di que se acaba de inventar algo que hará que acuíferos con aguas puras no se van a contaminar. Dame si quieres pan y circo inaugurando zonas verdes. Falsedades con medias verdades donde se oculta el veneno detrás de dinero y prebendas. Matáis la tierra, la ciudad y matáis a la gente, con cada decisión en la que el ciudadano no va delante porque así la salud de este pueblo y su vida no va en primer lugar.
