Sanidad valoró la baja transmisión del virus para el paso de Extremadura a la Fase 1
El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, comparece en la rueda de prensa telemática donde ha justificado la decisión del Ministerio de Sanidad de mantener la semana que viene a las provincias de Málaga y Granada en la Fase 1 del plan de transición hacia la "nueva normalidad" por el criterio de que las unidades territoriales permanezcan "un mínimo de 14-15 días en cada fase" antes de promocionar a la siguiente. En Madrid, (España), a 22 de mayo de 2020.

El Ministerio de Sanidad valoró a la hora de autorizar el paso de Extremadura a la fase 1 de desescalada, la «baja transmisión» del COVID-19 en la comunidad. Además,  la «reserva importante» de camas disponibles, tanto hospitalarias como de UCI así como el «gran esfuerzo» realizado para disponer de camas adicionales en caso de rebrote, resultaron claves para pasar de fase. 

Estos son algunos de los factores, con fecha del 8 de mayo de 2020, que el Ministerio de Sanidad argumentó en su informe técnico, en el que se autorizaba a Extremadura el paso a la fase 1 de desescalada a partir del día 11 de este mes.

El informe indica que, según el análisis de los técnicos del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias y de la Dirección General de Salud Pública, la situación de la epidemia en Extremadura es «bastante favorable, con una baja transmisión». Esto supone una «incidencia acumulada menor a 1 en la última semana», así como en un «importante alivio en la presión asistencial».

En este sentido, este informe señala que la ocupación diaria de camas de agudos en la última semana, en alusión a la primera semana de mayo, con un 39% en Badajoz y el 33% en Cáceres, «deja una reserva importante disponible», y añade que «lo mismo ocurre en camas de UCI».

También este informe valora el «gran esfuerzo» realizado en la comunidad de Extremadura «para disponer de camas adicionales en caso de rebrote», ya que muestra que las camas de agudos se han incrementado en 1.139, y las de UCI se han aumentado en 131.

Además, explica que la tasa de pruebas PCR por cada 1.000 habitantes se sitúa en Extremadura en 5,36, y el número máximo que podrían realizarse diariamente es de 550 por provincia. Asimismo, indica que «a partir del 11 de mayo se prevé ampliarlas a otras 250 más (1.600 diarias en Extremadura)» y a «medio plazo» alcanzar las 4.000 pruebas diarias.

Destaca Sanidad además que, además de la «baja transmisión» y según la información aportada, se ha hecho un «esfuerzo importante para reforzar la plantilla de Atención Primaria, atención hospitalaria y salud pública». Con respecto a las residencias de mayores, el informe detalla que el 11,5 y el 14,5% de los centros en Badajoz y Cáceres, respectivamente, han tenido brotes de COVID-19, por lo que se ha instaurado un plan de contingencia.

Por todas estas razones,  Sanidad considera en su informe que el control de la movilidad fuera de las áreas de confinamiento en Extremadura «es un reto asumible con los medios disponibles». Igualmente, añade que la atención a la población vulnerable y el abordaje de las barreras de acceso a los servicios públicos «forma parte de los planes para las siguientes fases».

Por último, también tiene en cuenta que  «hay un número importante de plazas hoteleras disponibles para las personas que no puedan hacer la cuarentena en sus domicilios», concluye este informe de fecha 8 de mayo de 2020.

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