Hablamos con la artista Pilar Boyero, que ha recorrido 10 residencias y pisos tutelados de la provincia de Cáceres gracias al programa de la Diputación ‘Te recuerdo… La memoria de un pueblo’, que a través de la copla y de la canción popular, llena de alegría a las personas mayores.
Para Boyero, este año ha sido realmente especial debido a la pandemia, pues la música, además de emocionar, realiza un homenaje a las personas mayores, a esa generación del esfuerzo y la resiliencia, para que no se olvide su legado.
¿Cómo has vivido ‘Tu recuerdo… la memoria de un pueblo’, en un momento en el que la pandemia vuelve a azotar?
No podemos dejar de hacer este programa, es más necesario que nunca. Esta edición ha sido súper especial. Tengo que decir que la Diputación de Cáceres, con el diputado provincial de Cultura, Fernando Grande Cano junto con el Sepad, han sido muy valientes y consideran que es muy necesario un programa así.
Ha sido muy emocionante para mí porque hemos ido a centros que han tenido muchos positivos, como por ejemplo la residencia de Arroyo de la Luz. Ha sido maravilloso reencontrarme con abuelitos que conozco desde hace años y ha resultado de lo más emotivo.
También hemos actuado en La Pesga, Cabezuela del Valle, que han tenido momentos muy críticos y ellos solamente dan las gracias.
Poco se habla de lo que supone el antes y el después de la actuación de Pilar Boyero en una residencia
Sí, los terapeutas y las personas que trabajan con ellos les preparan con canciones, les ponen discos, y tras la actuación la siguen recordando y cantando las coplas. Es uno de los programas más bonitos que yo hago.
Por ejemplo, estuve el domingo en Torre de Don Miguel con un concierto de dos horas. Voy sin sonido porque les aturde y además el espectáculo tiene lugar en salones pequeñitos, por eso estamos solamente al piano el maestro Pedro Monty y yo a la voz.
Habían escuchado los días previos mis canciones y mucha copla. Además, habían decorado el escenario con macetas y mantones, algo que les hace sentirse útiles.
Luego, yo mantengo el contacto con las residencias y hablan maravillas ¡A veces no quieren ni cenar porque han pasado una tarde maravillosa!
La música tiene un poder impresionante.
¿Cuál ha sido el repertorio que llevas a las residencias con ‘Te recuerdo… La memoria de un pueblo’?
Pues mira, empiezo siempre con María la portuguesa, de Carlos Cano, para reivindicar un género que tuvo un renacer, para luego seguir con canciones muy clásicas, como la Campanera.
Yo soy de Salorino y aquí siempre cuento que aprendí esta copla escuchando a mi abuela, que la cantaba cuando iba a lavar al regato, al igual que todas las mujeres de esta generación. Esto siempre les predispone a trasladarse y rememorar otros tiempos, ahora siempre cantan y algunos hasta bailan.
Luego, hablamos de artistas como Concha Piquer, Juanita Reina, Miguel de Molina… cantamos canciones como ‘A la lima y al limón’, ‘Ojos verdes’ o ‘Maria de la O’.
Por supuesto, no pueden faltar dos jotas extremeñas: la de la Uva de Olivenza y la de Guadalupe y claro, hay un pase muy importante de Manolo Escobar con ‘Mi carro’, ‘La minifalda’, se animan mucho con ‘Francisco Alegre’ o con ‘Tani’.
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Tanto Pedro Monty como yo tenemos muy claro que lo importante es la participación de los mayores. De repente, se levantan y me cantan o me recitan un romance. Es muy emocionante
¿Cómo ha sido la reacción de las personas mayores?
Hay frases que no se te olvidan. Mi último concierto fue en Santiago del Campo y una señora de Herreruela me dijo: “¡pero qué tarde tan bonita estoy pasando y sin saberlo!”.
En Torre de Don Miguel me dijo una mujer: “hija mía, no me imaginaba esto, mi marido falleció hace 5 años y es la primera vez canto desde entonces”.
Se trata de una generación en la que el luto está muy arraigado y dejan de disfrutar de la vida y conmigo acaban cantando y bailando, una señal de que por un momento han olvidado una pena.
Otra cosa muy común es que hay personas que no recuerdan absolutamente nada y te cantan ‘La campanera’. El otro día avisaron a los hijos de una señora que siempre estaba triste y apática y no dejó de cantar en toda la tarde. De verdad que es algo muy entrañable.
Por tanto, ¿por qué es tan importante que Diputación de Cáceres ponga en marcha estas iniciativas como ‘Te recuerdo… La memoria de un pueblo’?
La Diputación lo ha hecho muy bien en este sentido porque gracias a ‘Te recuerdo… la memoria de un pueblo’, las personas mayores se sienten acompañadas, sienten que les tenemos en cuenta, que los escuchamos y que tenemos mucho que aprender e infinito que agradecer.
Yo siempre les digo que son una generación a las que les define el esfuerzo, que han tenido muy poco ocio en su vida y les debemos todo. Si ahora mismo tenemos esta sociedad y un estado del bienestar es gracias a su lucha. Ten en cuenta que es una generación que ha pasado una guerra, una posguerra, ahora una pandemia, que era lo que faltaba y sin embargo, siempre tienen las gracias en la boca. Resulta curioso como, con todo lo que han dado, están agradecidos con que se les trate bien.
Desgraciadamente, está muy olvidada. Diputación tuvo claro con este programa que no solamente se trata de hacerles pasar un buen rato o de que recordaran, si no también de hacerles sentir que pensamos en ellos y que son muy importantes en nuestra vida.
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El alcalde de Portage me dijo el otro día que esto no se podía dejar de hacer porque es muy necesario y, por desgracia, no se hace habitualmente. Es un programa que lleva mucha alegría, mucha felicidad y mucha emoción y que de alguna manera hace justicia con una generación que no podemos olvidar y que se merece todo.
Para terminar, acabas de llegar de Madrid y seguro que tienes un montón de proyectos ¿me adelantas alguno?
No me puedo quejar porque he trabajado muchísimo este año, pero sí que es cierto que hay que concienciar a la gente que la cultura es un sector como cualquier otro. Además, somos muchos los que comemos del arte y pagamos impuestos.
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He estado en Gran Vía con un homenaje a Rocío Jurado, que es un espectáculo que me ha costado mucho sacar adelante, con 14 músicos, un cuadro flamenco, un bailaor… como los espectáculos que ella hacía para destacar a la mujer flamenca y feminista que fue, siempre con el apoyo de Manuel Alejandro, y ya tenemos bastantes bolos para el año que viene.
Además, sigo con el resto de formatos y estoy preparando un disco homenaje al Maestro Solano con la Orquesta de Extremadura, pues se cumplen 30 años de mi carrera como artista y 30 de la muerte del compositor cacereño. Va a colaborar, cómo no, ‘El Negri’, Clara Montes, Carmen París… y yo creo que va a quedar muy bonito.
Igualmente, estoy grabando también con Negri un disco muy mexicano con los mariachis de Alejandro Fernández con una producción muy bonita, que me trae loca. Asimismo, estoy grabando con Omara Portuondo.
La verdad es que este año ha sido muy importante y espero continuar en 2022 por esta senda.