Minimalismos
Vicente Rodríguez Lázaro

(A Isabel de Moctezuma)

Sentada en el jardincillo de la plaza del Conde de Canilleros, la mujer contemplaba con nostalgia la fachada y la torre del palacio. Al fin había llegado a los dominios de su esposo, algo que en vida no pudo hacer, atada a su ciudad y a la laguna que la rodeaba. Tecuixpó lloraba de emoción ahora que, como espectro en tránsito había viajado hacia una tierra desconocida con la que le unían lazos poderosos y exóticos para su naturaleza mexica.

La puerta principal se hallaba cerrada, algo que no supuso obstáculo para la princesa azteca que penetró en la mansión a la búsqueda de completar su historia constreñida a regiones muy lejanas.

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