Cada minuto las vacunas salvan a 5 niños de una posible muerte por enfermedades como el sarampión, la diarrea o la neumonía en el mundo. Este hecho se traduce en entre 2 y 3 millones de vidas salvadas cada año. A pesar de esto, la cobertura global de inmunización lleva varios años estancada en un 85%.
En 2019, casi 14 millones de niños no recibieron ninguna vacuna pese que esta práctica es sin duda la intervención de salud pública de mayor impacto y retorno para la salud y la economía. Hay que mencionar que muchos de estos niños viven en lugares rurales remotos, barrios urbanos marginales y áreas afectadas por conflictos, por lo que no tienen acceso a una sanidad digna ni a programas de vacunación, lo que conduce irremediablemente a una caída de la cobertura de inmunización. Así, en lugares como República Centroafricana, Somalia, Chad, Guinea, Papúa Nueva Guinea o Sudán del Sur, las tasas de cobertura de difteria, tétanos y tosferina no llegan al 50%. Es decir, que más de la mitad de los niños y niñas están desprotegidos ante infecciones prevenibles.
No hay que dejar de lado las vacunaciones que pueden prevenir enfermedades y salvar vidas
En estos tiempos, la importancia de las vacunas está mas latente que nunca, pero mientras el mundo espera una solución a la pandemia del coronavirus, no hay que dejar de lado las enfermedades que sí pueden prevenirse y evitar miles de muertes infantiles cada año. Ahora que toda la humanidad ha comprobado cómo puede propagarse un virus, UNICEF España lanza su campaña #PequeñasSoluciones. Así, quiere poner el foco en el poder de las vacunas para salvar vidas e insistir en la importancia de que se garantice la continuidad de la vacunación.
A pesar de que en nuestro país los indicadores de vacunación son buenos, ya que cuentan con una tasa de vacunación infantil del 95% en todas las vacunas (excepto el sarampión, que fue del 94% en 2018 y 2019). Durante los meses de marzo y abril de este año cayeron las vacunaciones consideradas prioritarias y se produjeron retrasos de otras vacunas del calendario.
“Tenemos que recuperar las vacunaciones perdidas y el momento es ahora; las vacunas no son demorables. No vacunar tiene consecuencias como son la vuelta de enfermedades que creíamos olvidadas, muertes evitables y sufrimiento en cientos de familias”, argumenta Lucía Galán Bertrand, pediatra y miembro del Consejo Asesor de UNICEF España. “Las vacunas son eficaces y seguras, las vacunas salvan vidas y son buenas no solamente para la salud de nuestros hijos, sino también para las personas que les rodean”.