Fruta. Goyo Tovar

Dudas de papel
Goyo Tovar

Disponer de un grupo de políticos que conformen mayoría absoluta en un parlamento, no garantiza la bondad de las decisiones, ni tampoco el acierto social de las leyes que aprueben; ni tan siquiera se garantiza el éxito de las que se lleven a la práctica de gobierno. Esto ocurre porque los humanos somos absolutamente impredecibles aunque estemos buenamente dotados para crear explicaciones que justifiquen los cambios de criterio. Quizá por eso somos inteligentes.

Nuestra región comienza ahora un periodo legislativo orientado a resolver sus problemas; el grupo ganador entiende que se pueden cifrar en seis los desafíos: energía y clima, despoblación, fondos europeos, vivienda, digitalización e infraestructuras. El grupo minoritario cifra los retos en tres: empleo, sanidad y despoblación.

Independientemente de las ganas de dialogar que tengan las partes, tenemos pues una gloriosa coincidencia que deberá digitalizar las ilusiones y los trabajos: batallar contra la despoblación.

Si jóvenes y viejos disponen de una oferta generosa de empleos no entran ganas de irse a la ciudad

A mí me apetece apuntar que para ello bien que pueden utilizarse programas de fondos europeos, que facilitando derecho y uso de la vivienda se asienta a las poblaciones, que las ganas de pueblo se crían cuando las infraestructuras y el acceso fluido a una sanidad funcionan ágilmente, que si jóvenes y viejos disponen de una oferta generosa de empleos no entran ganas de irse a la ciudad y que ya todo el mundo coincide en que estamos pasando mucha caló y convendría cambiar el precio del kilowatio.

Mientras se organizan para la tarea, os presento una muestra de nuestra sociedad regional que parece diseñada para anotar como problema añadido al que debería acudir cualquier parlamentario: dicen que se están arrancando árboles frutales.

Extremadura es afamada por su cantidad y calidad en la producción de fruta diversa, importantes pueblos y gentes participan en esta fuente de riqueza que, al decir de los patronos de la fruta ya no lo es tanto si se ven obligados a pagar el salario mínimo dictado por un laudo. Dicen los amos que es una subida desproporcionada y que lo mejor es arrancar los árboles ya adultos.

Alternativas habrán estudiado: cultivos herbáceos, cultivos subvencionados, terrenos soleados para producción de energía eléctrica,… las noticias al efecto no transmiten qué futuro se contempla y eso engorda mi duda.

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