Ellas son eléctricas

El próximo sábado, 1 de octubre, a las 18:00h, la Asociación Cultural La Croqueta organiza la proyección del documental «Ellas son eléctricas», en el Ateneo de Cáceres, así como el debate posterior en el que participarán los autores/productores del mismo, Leo Cebrián Sanz y Paco Manjón. Contarán también con la presencia de Celia Maya Barbancho, vocalista de Adarel.

«Ellas son Eléctricas», de Leo Cebrián Sanz y Paco Manjón, es un documental sobre las pioneras del Rock Duro y el Heavy Metal en España durante el final de los años 70, la década de los ochenta y el comienzo de los 90. Se trata de una semblanza informativa en imágenes fotográficas, grabaciones audiovisuales y entrevistas directas con las protagonistas, en la que una voz en off narra su trayectoria artística y profesional, mientras se intercala material gráfico y sonoro que ilustra cada una de las biografías de las artistas o grupos. La estructura del montaje se abre con un testimonio que contextualiza los años dorados del género, para dar paso a una galería fotográfica de Miguel Trillo en la que se muestran imágenes de mujeres vinculadas al movimiento Heavy desde su condición de público.

Vocación por la música y el Rock

El total de participantes directas es de quince -tanto de forma individual como en el contexto de bandas exclusivamente de mujeres-, cuya presentación se intercala con algunos temas de análisis o debate. Entre ellos destacan el origen de su vocación por la música y el Rock, su condición de cantantes, instrumentistas y/o letristas, sus experiencias como pioneras dentro de un estilo con mayoritaria presencia masculina, la ayuda de algunos músicos varones a la hora de impulsar sus carreras, la relación entre mujeres en los propios grupos en los que coincidieron dos o más músicas y la razón de que haya tan pocas bandas exclusivamente femeninas.

Otros aspectos interesantes sobre los que se requiere su opinión y relato son el machismo padecido durante los años más hostiles en este terreno, los episodios puntuales de chantaje sexual sufridos por dos de ellas, las presiones de la industria para cambiar el estilo personal o visual de las artistas o grupos o la importancia de la imagen y la estética como referente identitario de una personalidad propia. También se aborda de forma independiente la dificultad de conciliar un desarrollo artístico con la condición de madre, para concluir con un breve capítulo de reflexiones respecto a lo vivido.

A modo de compendio de todas aquellas mujeres que no aparecen de forma directa en el documental, «Ellas son Eléctricas» incluye una galería fotográfica con los nombres propios que ayudaron a normalizar la participación de la mujer como activo en el Rock Duro y el Heavy Metal nacionales. Este montaje se acompaña con música de cuatro de los grupos en los que participaron y que por diversas circunstancias nunca pasaron de un segundo plano.

FuenteEuropa Press/Avuelapluma
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