Minimalismos
Vicente Rodríguez Lázaro

(La Cuesta de la Compañía)

Ellos suben y bajan en un desfile de siglos intentando evitar la confrontación entre ambos Linajes: el de Arriba con su orgullo de atalaya, el de Abajo, aguerrido y más pendenciero.

Una habitante de la cercana Cuesta de Aldana, sensitiva y tenaz, salía cada noche para contemplar la procesión con la esperanza de que algún día, ante la ausencia de los nobles levantiscos, regresen al interior del antiguo convento para no aparecer más.

No sabe que hay muchas cuentas pendientes aún entre los religiosos y la ciudad, de la que fueron expulsados sin saborear su hogar de privilegio en el centro de la villa. Por ello, sus fantasmas repiten cada noche el paseo silencioso a través de la empinada vía, pese a la insistencia de la mujer para que abandonen su continuo trasnochar al margen del tiempo y del espacio.

 

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