El 40% del tabaco que se vende en Extremadura procede del mercado ilegal, lo que supone una merma para las arcas autonómicas de 2 millones de euros por los impuestos que se dejan de ingresar.
Según la Delegación del Gobierno, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado van a intensificar las labores de control de este producto para reducir la entrada ilegal de tabaco, que nunca antes había alcanzado estas cotas en Extremadura, y que son muy superiores a las del conjunto de España, que se sitúa en el 11%.
Desde la Delegación del Gobierno señalan que, si bien tradicionalmente el mercado ilegal de tabaco tenía su principal entrada por Galicia, ahora se ha detectado un importante llegada de cajetillas a través de Portugal, por el puerto de Sines.
Al alza
En nuestro país el contrabando de tabaco ha experimentado en los últimos años un incremento espectacular, y la región extremeña no es ajena a este fenómeno. España pierde alrededor de 1.631 millones de recaudación fiscal total, según datos extraídos del informe AFI (Analistas Financieros Internacionales).
Según el último informe AFI, que hace referencia al periodo de tiempo entre que comenzó la crisis (2007) y se publicó el informe (2013), en España la caída de las ventas legales ha supuesto un 29,4% del total. Pero en regiones como Extremadura y Andalucía el porcentaje es superior, dado que en Gibraltar se produce un foco muy importante de contrabando. Un contrabando que está impulsando la economía sumergida por la alta tasa de desempleo que sufre el país y por, según el sector, la restrictiva normativa europea aprobada recientemente en el Eurocámara, además de que los productos del tabaco están muy gravados en toda la UE.
En este sentido, el mismo informe del AFI señalaba que la propuesta de directiva sobre productos del tabaco supondría, en el caso de Extremadura, la destrucción de 1.335 empleos y la pérdida de 17,6 millones del valor añadido bruto (VAB) —en el escenario más pesimista— o de 392 puestos de trabajo menos y una caída de 5,2 millones en el VAB, en condiciones más optimistas.
E. Villanueva /