cologistas en Acción Cáceres ha indicado que no se manifiesta en contra de la construcción de un centro budista en la capital cacereña, aunque entiende que la cesión de unas 101 hectáreas de titularidad pública en el cerro Arropé o Arropez para la construcción del mismo no parece ser a su juicio la zona «más indicada».
Como razones, señala que dicho enclave se encuentra en una zona clasificada por el PGM como Suelo No Urbanizable de Especial Protección de Masas Forestales y dentro de la ZEPA Llanos de Cáceres y Sierra de Fuentes. Se trata, según apunta Ecologistas en Acción Cáceres en nota de prensa, de un espacio protegido integrado dentro de la Red de Áreas protegidas de Extremadura con la figura de protección ZIR (Zona de Interés Regional). Además, añade que forma parte también de la Red Ecológica Europea Natura 2000, contando con la designación de ZEPA (Zona de Especial Protección de Aves).
Entiende, asimismo, el colectivo que el espacio en el que se quiere ubicar «el mayor centro budista del planeta», del que según indica no tiene el proyecto aún, se encontraría en terreno público, que «si bien en otro momento se degradó con las repoblaciones de eucaliptos, también es verdad, que existe una repoblación de quercus en avanzado estado de recuperación, que devolverá al territorio el valor natural y ecológico que no debió perder».
Así se encuentran en este verano de 2020, en el estrato arbóreo formaciones de encinas (quercus ilex), alcornoques (quercus suber), pinos y eucaliptos (eucaliyptus); y entre el estrato arbustivo: cistus ladanifer, retama sphaerocarpa, cytisus scoparius, erica arborea, lavandula stoechas, añade.
CINTURÓN VERDE
Al mismo tiempo, el colectivo considera que el cerro Arropé debiera formar parte del Cinturón Verde para la ciudad de Cáceres, ante la crisis climática actual. «Debiera ser parte de ese bosque protector del que las ciudades en transición se rodean para resguardarse y ser freno de las posibles consecuencias negativas del cambio climático y obtener recursos cercanos para su ciudadanía, representando un servicio ecosistémico imprescindible», indica. En este sentido, recuerda que «las masas arbóreas fijan el suelo y lo enriquecen, son freno ante los vientos huracanados y las lluvias torrenciales, por mencionar algunos de los beneficios que aportan».
También afirma que el uso de una zona «municipal, de propiedad pública, protegida, reconvertida para uso de una fundación de carácter privado» no es a su juicio «una opción acertada por parte del consistorio». «Por ello preguntamos: ¿Realmente no se puede edificar el centro budista en un espacio no protegido? ¿Tendremos un nuevo Valdecañas a la vista? ¿Se cambiará en PGM para encajar este proyecto de titularidad privada y desposeer a la ciudadanía de Cáceres y alrededores del uso presente y futuro de la zona? ¿Qué beneficios conllevará esa pérdida?», indica Ecologistas en Acción.