¿Cómo es ser mujer y empresaria en una ciudad como Cáceres?
Considero que hoy, para las que somos empresarias no hay diferencia de género en cuanto a las oportunidades y trato recibido a la hora de ejercer en una ciudad como Cáceres. No obstante, es cierto el hecho de que la mayoría de empresarias consolidadas en la ciudad vienen de tradición familiar, siendo su padre ya empresario, no la madre, y habiendo un gran decalaje en cuanto al emprendimiento entre mujeres que no cuenten con este origen, brecha que es probable que entre los más jóvenes esté desapareciendo. Obviamente pienso que esto no tiene que ver con que las mujeres cacereñas no sean emprendedoras, sino que en generaciones anteriores esto no se ha fomentado o directamente no se ha confiado en ellas para poder emprender o permitirles estar en puestos de dirección.
¿Te has encontrado con dificultades en el ámbito profesional por el hecho de ser mujer?
Las mayores dificultades fueron en el inicio de mi carrera profesional, hace unos años la desconfianza del hombre hacia la mujer para ejercer un cargo era mucho mayor que ahora.
Creo que las cosas han cambiado para bien, paso a paso hemos conseguido que se valore la valía de la mujer y eso es lo que hay que potenciar para el futuro y seguir avanzando para que el hombre confíe en una mujer como responsable de grandes decisiones dentro de una empresa.
¿Cómo crees que se puede mejorar en este sentido?
Con voluntad social y por parte de las administraciones, insistiendo en la condición de igualdad para todos. Pienso que cada vez es menos necesario un refuerzo positivo de la condición de la mujer, pero no debemos olvidar que el objetivo es conseguir que el trato y la oportunidad no tenga definición de género.
La situación es especialmente complicada con el Covid porque normalmente las mujeres somos las que tenemos que cuidar a enfermos, a los niños… ¿Cómo ha afectado todo esto en tu empresa?
Las mujeres son las que más tiempo dedican al cuidado de los demás, bien porque las circunstancias les ha llevado a estar al frente de la casa y al cuidado de la familia, bien porque tradicionalmente parecía que la mujer principalmente estaba capacitada para trabajos relacionados con el ámbito sanitario, limpieza o de atención social.
En la situación actual tan complicada con el COVID, las mujeres han estado muy comprometidas y en trabajos muy expuestos, aunque también los hombres se han enfrentado a situaciones dramáticas, con familiares, padres e hijos a los que han tenido que cuidar.
Nosotros hemos tenido suerte y, de momento, no hemos tenido casos de COVID, ni tampoco en mi entorno familiar.
Por último, cómo consideras que pueden avanzar las mujeres en materia de igualdad, así como en el terreno laboral
La igualdad debe ser un bien universal, con suficiente solidez en todos los terrenos de nuestra sociedad, sin distinciones, ni limitaciones por carácter de género. Para ello el esfuerzo tiene que venir de una sociedad comprometida con los comportamientos igualitarios, las oportunidades sin sexo y la educación desde la infancia, haciendo especial hincapié en esta y en la adolescencia, para evitar esos sesgos del pasado, permitiendo a cada persona elegir, independientemente de su condición. Consiguiendo estos objetivos estoy segura de que caminamos con paso firme hacia la verdadera igualdad.