Aprende a amarte

La bruja Circe

Autoestima y amor propio no son lo mismo, aunque en ocasiones se confundan.

Se habla mucho de la autoestima, pero se deja de lado el amor propio que es básicamente, el amor que es la aceptación de nuestra persona con sus características personales

Muchas veces tras un momento traumático aprendemos la importancia del amor propio y todos los que nos rodean lo notan, en nuestra sonrisa, en la mirada, en el aura. Deberíamos aprender a amarnos sin tener que pasar un calvario, una enfermedad, una separación o cualquier otra circunstancia traumática. Y es muy sencillo como hacerlo toma como ejemplo como amas a tus hijos o a tus seres más queridos, lo haces con naturalidad, a pesar de que son como son, aunque seas consciente de sus fallas. ¿Porque entonces cuando se trata de amarte a ti, te marcas tantas condiciones?

No tienes que hacer todo bien para merecer un premio, ni para cultivar día a día el amor propio, es más ese estado debería ser continuo y gratuito. No seas como esos que cuando se enfadan dejan de seguirte en las redes y de todas formas recuerda que estará contigo mismo@ las 24 horas del día desde que naciste hasta que tu vida acabe.

Pero cuidado hay un enemigo que todos llevamos dentro y es un censor crítico el que te dice, no sirves, no vales, no mereces. No lo escuches sabes que no eres ni serás perfecto@ nunca porque casualmente eres humano, pero acéptate tal como eres, aunque siempre tengas latente el deseo y la intención de mejorar y crecer.

Amarse también implica sentirse digno de recibir el amor y cariño de los otros.

La falta de Amor Propio, como la falta de Autoestima, están en los cimientos de todas las dependencias sean emocionales o de substancias o lo que es tan malo hacen desaparecer las ganas de hacer algo bueno por uno mismo el camino a la depresión

Si dejamos que sean los otros quienes nos suministren el amor ¿Qué haremos cuando nos fallen? El amor propio es una responsabilidad propia y cuando lo tenemos, lo reflejamos, lo repartimos entre los que nos rodean

Abrázate, acéptate, acógete tal y como eres.

Y cuando estés desvalido, cargado de errores o sintiéndose desgraciado, es cuando más necesitas abrirte los brazos sin condiciones. Los amores ajenos aliviarán la carencia de amor, pero no la solucionarán definitivamente tal como lo haría el propio amor.

Aprende a amarte.

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