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Con ánimo de discrepar /
Víctor Casco

Cuando ustedes lean estas líneas ya se habrán elegido a los alcaldes de Madrid, Barcelona y Valencia, las tres ciudades más pobladas del país. Si todo sale según lo previsto, si no ha habido sorpresas, si ningún Tamayo ha asomado la sombra en el momento de la votación, Manuela Carmena, Ada Colau y Joan Ribó serán los nuevos alcaldes frente a Esperanza Aguirre, Xavier Trías y Rita Barberá.

El PP lleva varios días alertando contra los “radicales” y haciendo llamadas al PSOE para que no vote a una ex Magistrada y ponente de Derechos Humanos, una activista social en defensa del derecho a la vivienda y un profesor de ciencias. He aquí a los radicales, los antidemócratas, los peligrosos rojos que pueden desestabilizar el país.

Curiosamente, en el caso de Carmena y Ribó, eran personas que ya luchaban por la Democracia en este país cuando muchos de los que pretenden dar lecciones ahora iban detrás del Dictador Franco, besando la tierra que pisaba el asesino general.

Curiosa concepción que tienen de lo que es ser radical y desestabilizador: no lo es robar a espuertas, saquear las cuentas públicas, darse comilonas a cuenta del erario público, hacer negocios con los amigos y con el dinero que es de todos, formar parte de una banda criminal cuyo objetivo es el enriquecimiento, ponerse siempre del lado de los desahuciadores, permitir que cierren comedores escolares en tiempos de miseria infantil, negar el derecho a la educación y la sanidad… No, nada de eso desestabiliza. Solo exigir dignidad y mejoras para la gente. No hay nada más peligro que ponerse a gobernar para la mayoría y no para los intereses del Ibex 35.

Esperemos que cuando ustedes lean estas líneas que yo escribo el jueves anterior, Madrid, Barcelona y Valencia estén gobernadas por los radicales. Será una gran noticia para la gente humilde. Por fin llega el huracán que se lleve toda la podredumbre, los corruptos y los corruptores, la mafia del ladrillo y sus mafiosos. Adios Aguirre, au revoir Trías, chao Barberá. ¡Que no volváis!

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